Emergencia contra el frío

Es muy posible que tras los días de frío pasados a mediados de enero se tenga la impresión de que las plantas ornamentales han sufrido daños irreparables. Esto es cierto sólo para aquellas plantas más delicadas o bien para aquellas zonas del país que siendo templadas o cálidas han soportado temperaturas por debajo de cero grados durante varios días consecutivos. Ello nos debe recordar un aspecto frecuentemente olvidado al planificar muchos jardines: que deben utilizarse, aparte los caprichos puntuales, plantas bien adaptadas al medio. Con todo, los daños que se hayan producido no serán observables todavía, sino, y sobre todo, cuando comiencen las brotaciones. Entonces podrán verse ramas ennegrecidas y muertas o brotes que no acaban de arrancar.- En el caso de matas herbáceas que no broten, lo mejor es arrancarlas y quemarlas con el fin de evitar pudriciones y parásitos que podrían afectar a otras plantas sanas.

- Si se observa alguna brotación en ese tipo de planta conviene cortar casi a ras de suelo; esa acción vigoriza a la planta y la estimula a brotar bien de cepa, en lugar de hacerlo por zonas, como sucedería si una parte de ella estuviera muerta por congelación. Una pequeña aportación de mantillo sobre cada mata antes de que las temperaturas primaverales suban excesivamente producirá un beneficioso efecto complementario.

- Árboles y arbustos bien adaptados a la zona en la que estén plantados no habrán sufrido daños de consideración. Si alguna rama o brote hubiera muerto por los hielos convendrá podarla haciendo un corte limpio y recubriendo éste con mástic, o pasta especial para heridas de poda, con un pincel. Mejor que mejor si la pasta lleva incorporado un fungicida que impida proliferaciones de hongos en la herida.

- Si no se han podado algunos árboles y arbustos y se pensaba hacerlo, conviene no demorar más esta operación, y aun así según las zonas. En la zona centro la poda puede prolongarse hasta mediados de febrero. Lo importante es podar antes de que la savia se ponga en movimiento, lo que suele ocurrir en las fechas antes citadas. Si se echa el tiempo encima y no se ha podado es preferible dejarlo para la siguiente temporada que infligir un daño irreparable al árbol.

- Finalmente, el césped habrá amarilleado. Esto no es preocupante, pues las zonas amarillas desaparecerán cuando empiecen los primeros riegos acompañados de las primeras siegas; el efecto de éstos es más espectacular si se receba la pradera cuando todavía hace frío con un poco de mantillo o si hacia principios de marzo se hace un abonado con un compuesto de elevado contenido en nitrógeno.

PLANTACIONES

Hasta finales de febrero pueden plantarse con garantías de agarre árboles y arbustos a raíz desnuda en la zona centro. Hacerlo más tarde de mediados de marzo es muy arriesgado y probablemente suicida. De todas formas en cuanto las temperaturas suben, la savia empieza a activarse dentro de la planta. Retrasar las plantaciones puede suponer que la planta no tenga tiempo de asentarse en su nueva ubicación y no pueda absorber agua del suelo a la misma velocidad con que las nuevas hojas la evaporan, una vez que la planta brote. Y eso significaría necesariamente su muerte.