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Reportaje:

El hombre puede percibir mas de 5.000 fragancias distintas

Toda una industria se asienta sobre el sentido humano del olfato

Los insectos y animales utilizan olores para atraer a sus parejas y percibir el peligro. Los investigadores dicen que probablemente el hombre primitivo hizo lo mismo. El hombre moderno ha perdido esa capacidad de identificación con el olor y el peligro, pero los científicos dicen que los humanos pueden percibir más de 5.000 fragancias distintas, y un ejército de empresas, desde fabricantes de perfumes hasta laboratorios químicos y casas de alta costura, están aprovechando el tema, sobre la base de una investigación que todavía no ha llegado a desentrañar los misterios del olfato humano.

Los olores -tanto su creación como métodos para librarse de ellos- son un negocio en expansión. Se están comercializando muchos más productos que los perfumes y las colonias. Charles of the Ritz, Estée Lauder y Calvin Klein están envasando aromas ambientales, dedicados tanto a provocar un estado de ánimo -se dice que el olor a cedro quemado fomenta los romances- como a perfumar una habitación.Las empresas dedicadas al control de los olores están lanzando al mercado formas de deshacerse de los olores desagradables sin imponer otro tipo de olor sobre ellos Los fabricantes de fragancias están impregnando plásticos con olores para elaborar chucherías que huelen a helado de chocolate y muñecas cuyos besos saben a fresa.

Muchos de los olores han entrado ya en el campo de la alta tecnología. Uno de los sistemas de propagación de aromas consiste en tocar un disco aromático en un tocadiscos, exactamente igual que si se tratara de un disco musical normal. Muchos de los sistemas de control de los olores utilizan sistemas electrónicos de propagación.

Esto también tiene un aspecto médico mucho más serio. Universidades y laboratorios químicos están estudiando terapias a base de olores, la utilización de éstos para controlar la ansiedad, aumentar la productividad o inducir el sueño. Una de ellas, International Flavors and Fragrances, anunció en 1984 que comercializaría "productos aromáticos moderadores de la tensión emocional" antes de finalizar el año 1985.

Es indudable que lo que para una persona es un olor celestial, para otra puede ser un mal olor. "La respuesta ante los olores es muy personal", dice David Jones, químico del Instituto de Tecnología de Illinois. "A menos que un olor sea ralmente repugnante, la reacción raramente es la misma".

Basándose en esto, varios fabricantes de dispositivos de prevención de olores han llegado a la conclusión de que el único buen olor es la carencia de éste, y están lanzando productos que neutralizan los malos olores, en vez de enmascararlos con otro olor supuestamente más aceptable. Sus precios están en la misma categoría de los ambientadores convencionales.

Engañar al cerebro para que no huela

Con el nombre de Airex, por ejemplo, Bullen Chemical Co., de Folcroft (Pensilvania), está vendiendo pastillas impregnadas de productos químicos que de algún modo deforman las moléculas causantes del olor, a fin de que no sean percibidas por los diminutos receptores nasales que transportan. los mensajes olorosos al cerebro. "Es como tratar de introducir formas cúbicas en alojamientos redondos", dice Richard H. Jarden, presidente de la firma. "El efecto", continúa, "es tratar de engañar al cerebro y convencerle de que no huele a nada".

Woodlets Inc., de Buffalo (Nueva York), prefiere neutralizar la molécula olorosa antes de que llegue a la nariz y mucho menos al cerebro. Su producto, llamado Ozium, es administrado por una bomba que se asemeja a una pequeña bombona de oxígeno. Pulveriza un vapor que incluye glicoles y envuelve las partícuilas portadoras de olor y las bacterias aéreas; las partículas se hacen pesadas y caen al suelo.

El Ozium fue elaborado durante la II Guerra Mundial para utilizarlo en los hospitales canadienses donde se trataba a los pilotos con graves quemaduras, pero su utilización doméstica es, muy reciente. Aunque la firma advierte que el Ozium no es totalmente efectivo en la esterilización del aire -"hay que cerrar herméticamente la habitación y pulverizar hasta la saturación para matar todas las bacterias aéreas, e incluso así hay ciertas probabilidades de no afectarlas a todas", dice el vicepresidente, Malcolm J. Proper-, sí es efectivo para eliminar los olores desagradables e incluso tóxicos.

El Odo-raser, de Vaportek Inc.,parece ser que funciona de forma similar, aunque: el director de la firma dice que no están muy seguros de cómo el. producto elimina los malos olores. Se vende en aplicadores que incluyen una membrana saturada de aromas y aceites naturales modificados. El conipuesto emana vapores neutralizadores en cantidades precisas para producir un ambiente inodoro. "Creemos que el vapor envuelve el olor y éste cae al suelo, pero ésa es solamente la teoría y todavía no hemos encontrado la forma de demostrarla", dice John D. Bryson, presidente de Vaportek.

El olor a aire puro del bosque

Puesto que los aceites utilizados en el Odo-raser son similares a diversos aceites que se encuentran en los árboles, el producto se vende especialmente bien en Japón.

Pero en otros países, como Estados Unidos, donde la idea de aire puro del bosque tiene reminiscencias de olor a pino, los desodorantes sin olor provocan el escepticismo del público. "La gente está acostumbrada a una fragancia sustitutiva", dice Bryson. "¿Cómo se la puede convencer de que está utilizando un control efectivo del olor cuando se ha provocado un ambiente sin olor?

No están todos los fabricantes dispuestos a arriesgarse. Algunos productos de Airex llevan añadido un aroma innecesario simplemente para "satisfacer al comprador", dice un portavoz de la firma. A pesar del éxito de los desodorantes sin olor en Japón, por lo menos un fabricante japonés, Eikosha Co., empezó hace poco a comercializar en Estados Unidos el F-matic, un

El hombre puede percibir más de 5.000 fragancias distintas

producto con aroma añadido. El F-matic emana lo que la firma llama fragancia orgánica mediante el pequeño ventilador de un depósito.Si la industria de los aromas consigue su objetivo, los martinis y tranquilizantes pronto quedarán anticuados como modificadores del estado de ánimo. En vez de ellos se utilizarán bocanadas de aromas para inducir el sueño, reducir la ansiedad e incluso influenciar funciones corporales, como la presión arterial.

"No creo que se modifique el estado de ánimo de una forma desconocida, mágica o secreta", dice el doctor William Cain, de la John B. Pierce Foundation Laboratory, de la universidad de Yale, donde los investigadores estudian el sentido humano del olfato. "De todas formas", añade, "no es, ni mucho menos, una tontería creer que el olor pueda ser uno de los estímulos sensoriales para reducir la tensión e incluso facilitar la productividad".

Biología y terapia de los olores

International Flavors and Fragrances, uno de los mayores productores de olores del mundo, es de las que creen que no es ninguna tontería. El 10% de su presupuesto está dedicado a investigar en lo que llama biología de los olores, y la firma dice que a mediados de 1990 se aumentará el presupuesto.

De hecho, desde 1983, la firma ha financiado la investigación que el doctor Gary E. Schwartz, un profesor de Psicología y Psiquiatría de Yale, está llevando a cabo sobre la terapia de los aromas. "Cualquier desorden que haya respondido positivamente a las técnicas de relajamiento puede también responder a la terapia de los aromas", dice. En su lista de tales desórdenes se incluyen la hipertensión, los dolores de cabeza, las fobias, la ansiedad, la irritabilidad e incluso el síndrome premenstrual.

Como parte de su trabajo Schwartz expuso a un grupo de personas a ciertos olores, tales como el de manzanas frescas, y les planteó a ellas y a un grupo de control, que no había sido sometido a ningún olor, una serie de cuestiones que se esperaba provocaran ansiedad (cuestiones, por ejemplo, relacionadas con sus deseos y vicios secretos). La gente expuesta a los olores mostró menos ansiedad, según se pudo comprobar por la medición de la tensión arterial, aceleración cardiaca y tensión muscular a la hora de responder que los del grupo de control.

Takasago, una firma de fragancias japonesas, también lleva varios años estudiando la terapia de los olores como tratamiento de la náusea, el vértigo y otros desórdenes. La firma utiliza un aroma llamado Alplia-pinene, cuyo olor es similar al de un pinar. "La terapia de los olores podría funcionar de una forma más sutil que las drogas", dice Theodore Harden, director técnico del laboratorio de la firma en Rockley (Nueva Jersey). "Podría ser menos perjudicial y no provocar reacciones".

Las fragancias pueden también crear estados de ánimo agradables, relajantes e incluso nostálgicos. Los antiguos griegos y romanos rociaban aceites perfumados en las alas de las palomas y las soltaban durante los banquetes. En los últimos años se han vendido ambientadores con olores desde pan recién hecho hasta tarta de manzana. Environmental Fragrance Technologies, una filial de Charles of the Ritz, vende sistemas ambientadores que pueden recrear reminiscencias de varios ambientes, desde una función teatral hasta un paisaje marino.

Esta empresa acaba de presentar una máquina de discos aromáticos que toca discos reusables con olor prensado entre capas de mylar y aluminio. El olor se desprende al girar el disco.

Tecnología prestada

Muchas de las tecnologías utilizadas para aplicar olor a los plásticos son prestadas. Por ejemplo, Accurel Systems ha adoptado un método de los laboratorios farmacéuticos: la dosificación temporizada. De forma similar a como funcionan algunas cápsulas para el resfriado que utilizan un método de dosificación temporizada para soltar pequeñas porciones de medicamento durante varias horas, Accuren ha encontrado una forma de hacer que los plásticos segreguen un aroma impregnado en dosis controladas. La firma está trabajando ahora en colgantes contra las moscas para las orejas del ganado y collares para perros y gatos que utilizarán un método de dosificación temporizada que segregue un insecticida.Aunque la inayoría de los productos de plástico aromatizado es puro capricho, algunos tienen su utilidad. Por ejemplo, Thomas Cannariato, vicepresidente primero de Naarden, dice que su firma está impregnando paneles de madera sintética con olores de madera auténtica. "Los materiales sucedáneos que la industria de los polínieros ha desarrollado son duraderos, pero no huelen igual que los materiales naturales", dice.

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