Samaranch visita hoy a Felipe González para pedirle apoyo en la protección a los Juegos Olímpicos
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, visitará hoy en Madrid al presidente del Gobierno, Felipe González, en demanda de apoyo para el intento del COI de conseguir una declaración de las Naciones Unidas que proteja de futuros boicoteos al máximo organismo olímpico. En la entrevista, concertada a petición del presidente González, ambos hablarán sobre la candidatura de Barcelona a ser sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Samaranch no viene a dar soluciones para el deporte español, y ayer, en la sede del COI, en Lausana (Suiza), dijo: "No juego a esto".
"Hace ocho años que estoy fuera de España. Tengo mis ideas sobre cómo debe ser el deporte español, pero no entro ni salgo. Ya tengo bastantes problemas", comentó Juan Antonio Samaranch con referencia a una supuesta intervención suya en la reorganización del deporte español.El presidente del COI admira y tiene como modelo de funcionamiento para un país el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), que, como un organismo paralelo a la Administración controla absolutamente el deporte. "Su modelo, sin embargo, no es factible en España ni con un gobierno socialista ni con otro Pero lo que sí se puede copiar de Italia es la unidad de mando", añadió Samaranch.
Actualmente, en España, tras la destitución del secretario de Estado para el Deporte, Romá Cuyás, como presidente del Comité Olímpico Español, al frente de este organismo figura el duque de Cádiz, Alfonso de Borbón.
El COI pudo haber anulado su elección, producida por la diferencia de un solo voto, en caso de haber sido impugnada por alguno de los otros dos candidatos, Conrado Durántez y Jaime López Amor. Tras la primera y única votación efectuada, debió eliminarse al candidato con menor número de votos y efectuarse otra exclusivamente entre los dos restantes.
Es la segunda vez que Juan Antonio Samaranch se entrevista con Felipe González. Anteriormente, lo hizo en 1983.
Su visita actual se enmarca en la campaña internacional que efectúa el presidente del COI para pedir la colaboración de los distintos gobiernos. El máximo organismo olímpico trata de conseguir una declaración de la ONU que le proteja de alguna forma de las decisiones políticas.
Los tres últimos Juegos Olímpicos, la razón de ser fundamental del COI, han sido gravemente afectados por los boicoteos de numerosos países. En Montreal, en 1976, por los africanos, en protesta por la presencia de Nueva Zelanda, cuyo equipo nacional de rugby -aunque este deporte no sea olímpico- efectuaba en esos momentos una gira por Suráfrica, donde se practica el apartheid. En Moscú, en 1980, por los países de la órbita estadounidense, tras la iniciativa del presidente Jimmy Carter por la invasión soviética de Afganistán. En Los Ángeles, en 1984, por los países de influencia soviética, como contestación a la anterior decisión de Estados Unidos, aunque con la razón oficial de "falta de seguridad".
El COI intentó lograr un estatuto internacional similar al de la Cruz Roja, pero la clara diferencia entre los dos organismos, que planteaba dificultades comparativas, le obligó a bajar el listón de sus aspiraciones de inmunidad política. En cualquier caso, los efectos prácticos serán muy complicados de conseguir.
"Será un contacto normal como hemos tenido otro anteriormente", dijo ayer Samaranch, "pero intento del Gobierno español una acción favorable a la campaña. España, por su situación política internacional en estos momentos, puede conseguir un consenso y una unanimidad que nos será muy beneficiosa. Máxime, cuando en la próxima Asamblea General de la ONU, en septiembre, el presidente deberá ser un español, Jaime de Piniés. El proyecto de petición de declaración a la ONU lo tendríamos que presentar antes de esa fecha para aprovechar la ventaja de que esté en la presidencia un español".
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