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El referéndum sobre la OTAN seria inconstitucional, según un dictamen jurídico encargado por Minoría Catalana

El referéndum sobre la permanencia o no de España en la OTAN, tal como lo planea el Gobierno, es inconstitucional, de acuerdo con un dictamen jurídico que esta tarde expondrá al presidente Felipe González el portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca. El encuentro con Roca marcará el comienzo de la segunda ronda de entrevistas del jefe del Gobierno con los dirigentes parlamentarios en busca de un consenso sobre política exterior en general y sobre la permanencia en la Alianza Atlántica en particular. Todo indica que otros grupos parlamentarios, como el Popular o el Vasco, apoyarán la tesis de inconstitucionalidad que hoy planteará Roca al presidente del Gobierno.

Según la Minoría Catalana, el artículo 92 de la Constitución permite someter a referéndum consultivo "una decisión política, es decir, un acuerdo del Ejecutivo, nunca una disposición legislativa o acto de naturaleza similar, cual es la autorización para suscribir un tratado internacional"."Lo que el Gobierno socialista se propone en la práctica se convierte en someter a referéndum si se ratifica o no un acuerdo de las Cortes generales, con lo cual invade el campo de competencias de este órgano legislativo, desequilibrando los poderes del Estado e infringiendo, por tanto, la propia Constitución", dijo ayer un portavoz de la Minoría. "Así pues, si el referéndum ratifica la decisión del Congreso de los Diputados, somete la soberanía popular que las Cortes representan a un control que la Constitución no permite, y si el resultado fuera negativo, y se acata, se otorga a la iniciativa popular unas competencias que la Constitución veda".

El mismo portavoz señaló que resulta un contrasentido que la Constitución no admita que las cuestiones fiscales e internacionales sean objeto de la iniciativa popular y, en cambio, el Gobierno pretenda someter una cuestión internacional a referéndum.

El referéndum se convertirá, así, en el gran caballo de batalla de esta segunda ronda de conversaciones, en un momento en el que la indeterminación sobre la fecha definitiva de celebración de las elecciones autonómicas gallegas hace pensar en la probabilidad de que la consulta popular no se celebre en febrero de 1986, contra lo anunciado por Felipe González ante las Cortes, sino en marzo, o incluso en abril.

Sin embargo Alfonso Guerra minimizó ayer la controversia sobre las posibles fechas del referéndum sobre la OTAN. "La consulta", declaró a este periódico, "debe de celebrarse en los primeros meses de 1986". Indicó en este sentido que las cuentas que se están haciendo "no son precisas". Contradiciendo, en cierto modo, lo manifestado por Felipe González el martes en torno a la posibilidad de retrasar las elecciones andaluzas si fuera preciso, Guerra precisé que dichas elecciones en Andalucía "no se pueden retrasar; no lo admite el estatuto".

El punto de fricción

Los diez puntos enunciados por Felipe González en su discurso sobre el estado de la nación -entre los que se incluía el progresivo desmantelamiento de las bases militares hispano-norteamericanas y la no pertenencia a los organismos militares de la OTAN, pero no un pacto sobre el referéndum- fueron generalmente bien acogidos por las organizaciones políticas. Una excepción viene dada por la no pertenencia al ala militar de la organización, lo que es rechazado por el Grupo Popular (su presidente, Manuel Fraga, acudirá a la Moncloa mañana) y aceptado con muchos reparos por la Minoría Catalana.Sin embargo, el gran punto de fricción se centra en el referéndum. Parece probable que la tesis de la Minoría Catalana según la cual esta consulta quizás sea inconstitucional, la adopten también el Grupo Popular y el Grupo Vasco.

En cualquier caso, conservadores, democristianos, catalanes, vascos y centristas estudian ya discretamente cuál sería su posición ante la convocatoria de un referéndum en el que no podrían predicar el voto contra las tesis del Gobierno socialista (permanencia en la Alianza).

El Partido Demócrata Popular (PDP), de Óscar Alzaga, ha dado a entender que tal vez predique la abstención. Ello significaría que no participará en la propaganda a favor del sí a la permanencia en la OTAN, en actos públicos o en la colocación de carteles.

Los comunistas, cuyo secretario general, Gerardo Iglesias, se entrevistará con González a comienzos de la semana próxima, mantienen la tesis de que el Gobierno tratará de eludir el referéndum. El PCE insiste en que el PSOE trató de pactar con AP un aplazamiento de las elecciones autonómicas gallegas, lo que, en virtud de la normativa legal -no se puede celebrar una consulta popular a menos de tres meses de distancia de unas elecciones-, reduciría notablemente los plazos posibles para convocar el referéndum y facilitaría una salida airosa a Felipe González.

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