Un país que depende de la ayuda exterior
Situada a 500 kilómetros al oeste de Senegal, la República de Cabo Verde, que vive prácticamente de la ayuda exterior, con sus 280.000 habitantes, es un pequeño país africano que obtuvo la independencia de Portugal en 1975 y que constituyen diez islas en forma de archipiélago.De estructuras volcánicas, estas islas, asoladas por una larga sequía que se inicia justamente meses antes de obtener la independencia de Portugal, tienen como únicos recursos la agricultura y la pesca del bonito.
Un único partido existe en el país: el Partido Africano para la Independencia de Cabo Verde (PAICV), de izquierda, una escisión de aquel partido que aunó los proyectos pro y post independentistas de Cabo Verde y Guinea Bissau y que se inspiraba en la doctrina de Amilcar Cabral, precursor de la independencia de ambos países, asesinado en 1973 en Ginea Conakry.
El presidente de la República de Cabo Verde es desde la independencia el antiguo comandante guerrillero Arístides Pereira, lugarteniente de Cabral, y hombre insustituible en el país, dado su carisma de líder.
La capital es Praia, con 50.000 habitantes, situada en la isla de Santiago. No obstante, la isla estratégica es la de Sal, que dispone de un importante aeropuerto internacional, que la ha convertido en un portaaeronaves estático en medio del Atlántico. Junto a algunos cooperantes portugueses, en el área de la educación y la formación de cuadros; de la República Popular China, en el área de la construcción, y de Cuba, en el aspecto sanitario, Estados Unidos y la Unión Soviética son los dos países que compiten en ayudar a Cabo Verde, que recibe su colaboración sin inclinaciones, al menos públicas.
En el plano internacional, ha reconocido a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y en su día no apoyó las tesis de africanidad sobre las islas Canarias que se debatieron en el seno de la OUA.
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