Dos presos por terrorismo en la RFA rompen la huelga de hambre
Guenter Sonenberg, de 30 años, y Knut Folkerts, de 33, condenados a cadena perpetua por asesinatos terroristas en la República Federal de Alemania, interrumpieron ayer la huelga. de hambre, que duraba ya ocho semanas, cuando se encontraban en estado crítico. Folkerts se desmayó en su celda de la prisión de Celle, en el Estado de Baja Sajonia, y los médicos lo reanimaron a primeras horas de la mañana de ayer.Folkerts fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos de la facultad de Medicina de Hannover, que quedó fuertemente vigilada por la policía. Otros 30 presos por delitos relacionados con el terrorismo, algunos en prisión preventiva y otros condenados en firme, continúan la huelga de hambre iniciada el pasado 4 de diciembre para exigir la "reagrupación en cárceles donde sea posible la interacción".
Las autoridades penitenciarias han declarado en varias ocasiones durante los días pasados que las condiciones de encarcelamiento de los presos por terrorismo son aceptables y no se puede hablar de "tortura por aislamiento", sino que disfrutan de contacto entre ellos, permisos de salida al patio, reciben periódicos y pueden ver la televisión.
Desde el comienzo de la huelga de hambre, el pasado 4 de diciembre, se ha producido un rebrote de la actividad terrorista en la RFA con más de 40 atentados con bombas contra instalaciones militares, empresas de electrónica y centros oficiales. Ayer fue cerrada al tráfico la autopista Hannover-Kassel por una falsa amenaza de bomba. Varios periódicos han recibido amenazas de muerte contra el presidente del Gobierno de Baja Sajonia, el democristiano Ernst Albrecht (CDU), y el ministro del Interior, Egbert Moecklinghoff (CDU), si alguno de los presos en huelga de hambre muriese.
Folkerts está condenado a cadena perpetua por su participación en el asesinato al fiscal federal Siegfried Buback, en abril de 1977. Antes de su proceso en la RFA, Folkerts había sido condenado a 20 años en Holanda por la muerte de un policía al ser detenido en aquel país, el 20 de septiembre de 1977.
El otro preso que interrumpió su huelga de hambre, Sonnenberg, fue detenido en las cercanías de la frontera suiza tras un tiroteo con la policía en mayo de 1977, el año de máxima actividad terrorista en la RFA, con los asesinatos del fiscal Buback, el banquero Juergen Ponto y el dirigente de la patronal Hanns-Martin Schleyer. Sonneberg quedó malherido tras su detención y a lo largo de su proceso dio muestras de encontrarse afectado de alguna lesión cerebral. Sus defensores pidieron en vano que se suspendiese el proceso por la incapacidad mental del acusado.
