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Entrevista:

Neves: "Los grandes acuerdos españoles nos han dado una nueva experiencia política"

Tancredo Neves está visitando Portugal como si fuera el verdadero presidente de este país. La gente lo siente como si fuera su presidente porque se acerca a ella y no manifiesta la austeridad que caracteriza a los políticos portugueses. El presidente electo de Brasil está rompiendo todos los protocolos. Por ejemplo, ayer por primera vez en la historia de Portugal la Asamblea Nacional se reunió en sesión plenaria para aplaudirle, cosa que jamás se ha hecho con una persona que no es presidente en ejercicio. Neves será nombrado hoy doctor honoris causa por la universidad de Coimbra, y por la tarde viajará a España. Una enviada especial de EL PAIS le entrevistó ayer en Lisboa.

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Pregunta. Su primera visita como presidente electo iba a ser a Washington, pero ha preferido una gira a la vieja Europa. ¿Significa este cambio un mero gesto de cortesía? ¿Por qué ha introducido a última "hora una escala en Madrid?

Respuesta. Yo fui invitado en primer lugar a Washington y también a otros países europeos, entre ellos, España. Pero mis responsabilidades en la formación de Gobierno no me han permitido aceptar todas las invitaciones. He decidido venir a Roma y a Lisboa y mis colaboradores han logrado encontrar la posibilidad de visitar también Francia y España. Mi primera visita a Europa es de la misma importancia que la que haré a Estados Unidos. Tengo hacia Europa el respeto de quien se ha formado en su cultura y sé siente admirador de la capacidad de sus líderes para conservar la paz, después de la tragedia del nazismo, entre las naciones y dentro de cada una de ellas.

P. Durante su campaña electoral ha mencionado en varias ocasiones el español como modelo de transición pacífica de una dictadura a una democracia. ¿De qué manera es homologable al caso de Brasil?

R. Los españoles nos han proporcionado un nuevo tipo de experiencia política a través de los grandes acuerdos nacionales. Aunque toda acción de Gobierno se base en el consentimiento de los ciudadanos, normalmente manifestada a través del Parlamento, es indudable que en algunas ocasiones, como la de una reconstrucción institucional, otros instrumentos se revelan mucho más ágiles. Así ha ocurrido con los pactos nacionales -desde el de la Moncloa, firmado en 1977, al reciente AES, que entró en vigor el 1 de enero de este año-. Aunque nuestras condiciones son muy diferentes, vivimos una situación histórica muy parecida. Los acuerdos españoles nos sirven, no por sus claúsulas, sino por la estrategia de su negociación.

P. Brasil acaba de superar 20 años de dictadura, uno de cuyos efectos es la destrucción de las organizaciones políticas y sindicales. A la hora de buscar interlocutores representativos con los que negociar, como usted parece pretender, ¿eso es un hándicap? Brasil carece de patronal y sindicatos fuertes, ¿cómo lo va a resolver?

R. No es verdad que hayan sido destruidas todas las organizaciones políticas y sociales de Brasil. Durante los períodos más duros del Gobierno militar, han permanecido, demostrando una tenaz capacidad de resistencia. Por eso ahora no faltan interlocutores legítimos en las negociaciones, ya sean líderes políticos o sindicales.

P. El 15 de marzo tomará posesión de la presidencia del Brasil, a los 75 años. ¿Qué significado tiene para usted este hecho, tras haber estado luchando en política durante más de 50 años?

R. Siempre he estado al servicio de mi país. Cuando era adolescente lo hacía como periodista. Después como fiscal, y a partir de entonces como político. He ocupados todos los puestos de representación parlamentaria, desde concejal a senador. He sido gobernador de mi estado y fui ministro de Estado. Me considero, por tanto, no dotado de sabiduría, pero al menos con buena experiencia para formar un Gobierno que trabaje con honradez. Esta será mi única recompensa. La de dedicar mis años de madurez a mi pueblo y a la historia de mi nación.

Hemos decidido olvidar los agravios del pasado

P. Usted tiene fama de negociador hábil, de persona tolerante, enemiga de los radicalismos, pero la dictadura está ahí y las personas que la han sostenido también. ¿Cómo va a tratar su Gobierno a esas personas? ¿Se va a procesar a quienes se consideren culpables, como ha sido el caso de la vecina Argentina?

R. Como ustedes hicieron en España, nosotros hemos decidido olvidar los agravios del pasado. Ninguna nación puede ser reconstruida sobre los pilares de la venganza y del odio. Con todo el respeto que tengo por Argentina, nuestra situación es muy diferente. En marzo pretendemos inaugurar una nueva era en la cual los brasileños nos convertiremos en un régimen verdaderamente democrático. El pasado se quedará en el pasado, recogido por la historia, que sobre él ejercerá su inexorable justicia.

P. La situación económica que usted hereda apunta a una deuda exterior de 100.000 millones de dólares, una de las mayores del mundo. ¿Renegociarla entra dentro de sus objetivos prioritarios? o ¿hay otras cuestiones a resolver más urgentes.

R. Evidentemente, la cuestión de la deuda externa es prioritaria, pero no se trata de la primera de ellas. Nuestro primer compromiso es saldar otras deudas mucho más urgentes. La deuda con nuestro propio pueblo. Sin marginar nuestros compromisos exteriores, vamos a dedicar muchos más esfuerzos a la creación de empleo en la producción agrícola, a fin de dar una vida decente a los brasileños. Al hacerlo, estaremos produciendo recursos para saldar nuestras deudas con el exterior. Un pueblo sin trabajo y sin condiciones dignas de existencia no consigue pagar las divisias que, necesarias o no, se gastaron en su nombre.

P. Brasil alberga a la mitad de la población de América Latina y se espera que en los próximos 60 años la población aumente de 130 a 280 millones de habitantes. Hasta ahora, es el único país de estas condiciones demográficas que carece de planificación familiar por la oposición de la Iglesia católica. ¿Tiene previsto asumir este problema o no lo considera tal?

R. La Iglesia católica no se opone a la planificación familiar que resulta de la libertad de cada matrimonio y que se basa a la obediencia de las leyes de la naturaleza. Estoy de acuerdo con la Iglesia como católico y como hombre público. Por otro lado, nunca participé del terror maltusiano. En países como Brasil hay siempre espacio, y la experiencia demuestra que la prosperidad es el mejor instrumento para el control demográfico. La naturaleza es sabia y hace que los pobres tengan más hijos para que algunos de ellos puedan sobrevivir.

P. Además de estrechar los lazos fraternos que existen entre España y Brasil, ¿hay posibilidad de que se incrementen las relaciones económicas?, y si es así, ¿en qué sectores?

R. Brasil siempre ha mantenido excelentes relaciones históricas con España, las cuales pueden ser ampliadas y profundizadas. Podemos explorar más oportunidades para incrementar las relaciones económicas y culturales. Tenemos mucho que vender a España y mucho que comprar. Tenemos mucho que aprender de sus científicos y de sus intelectuales, y creo que disponemos de experiencia en algunos campos que puede ser de utilidad para ustedes los españoles. Confío en ello.

La experiencia española en turismo nos será muy útil

P. A pesar del inmenso atractivo turístico que para todo el mundo suscita, Brasil carece de infraestructura hotelera. España, siendo mucho menor y con menos recursos ha albergado a 42 millones de turistas en 1984. ¿Les interesa una posible colaboración española en este campo?

R. La valiosa experiencia española en el sector del turismo nos será muy útil. Aunque ya existen contactos entre los organismos del turismo en España y Embratur, la empresa brasileña que tienen competencias en este sector, pretendo intensificar estas relaciones.

P. Ahora que el cono sur ha alcanzado -excepto Chile y Paraguay- la democracia con relativa estabilidad, queda pendiente la normalización de Centroamérica, ¿cuál es su visión de este problema y qué salida contempla a la situación actual?

R. En el caso de América Central, la posición brasileña no cambiará. Estamos y continuaremos estando vigorosamente en contra de la intervención en los asuntos internos de cualquier estado. Apoyamos al grupo de Contadora y no rechazaremos nuestros esfuerzos en la consecución de la paz y en el mantenimiento de la estabilidad política de la región.

P. ¿Tiene previsto establecer relaciones diplomáticas con Cuba?

R. Brasil siente mucho respeto por la cultura del pueblo cubano. Tenemos lazos de afecto hacia este pueblo, pero las relaciones diplomáticas en este momento son desaconsejables por razones de seguridad.

P. Una de las acciones positivas de la dictadura militar ha sido la dotación de una estructura viaria a Brasil y la instalación de industrias básicas. ¿Considera necesario mantener esta misma política?

R. Los gobiernos anteriores consiguieron para Brasil algunas obras gigantescas e industriales muy importantes. Esto nos deja las manos libres para cambiar la dirección de las inversiones públicas y estimular el cambio de la inversión privada hacia otros objetivos, que son la creación de empresas que generen más puestos de trabajo y posibiliten beneficios a corto plazo. Vamos a promover a la pequeña y mediana empresa.

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