El Ayuntamiento firma el convenio laboral con sindicatos minoritarios
El gabinete de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, formado por concejales socialistas y comunistas, firmó ayer el convenio colectivo para 1985 con el apoyo de Unión General de Trabajadores (UGT) y la ultraderechista Fuerza Nacional del Trabajo, organizaciones que representan a un 30% de los trabajadores de la corporación. Los sindicatos Coalición Independiente, Comisiones Obreras (CC OO) y el Colectivo Autónomo de Trabajadores (CAT), que disponen de la mayoría del comíté laboral, rechazan el convenio por considerarlo "regresivo".El convenio , que tendrá que ser aprobado en el pleno del próximo día 1 de febrero, se basa en el contenido del acuerdo marco regional firmado por la Federación Socialista Madrileña (PSOE) y UGT. Establece un aumento salarial del 6,5% en todos los conceptos retributivos y una peseta de absorción del Complemento Personal Transitorio (CPT), que según él concejal de Personal, Juan Lobato, es el mínimo permitido por la ley.
El documento también establece una cláusula de garantía salarial, mediante la cual se revisarán los sueldos si se producen desvíacionel en la inflación prevista. El aumento salarial supondrá al Ayuntamiento unos 2.000 millones de pesetas en concepto de aumento de retribución del personal funcionario y contratado.
Adolfo Pastor, teniente de alcalde y miembro del gabinete de gobierno del Ayuntamiento en representación del PCE, calificó el convenio como "políticamente inaceptable". El concejal comunista precisó: "La negociación anterior de un acuerdo marco regional condiciona el espíritu del covenio del Ayuntamiento de Madrid. Los redactores del convenio debían saber de antemano que ningún militante del PCE firmaría un documento que establece en su primer punto que el Acuerdo Económico y Social (AES) es un instrumento adecuado para solucionar muchos de los problemas que se plantean a los trabajadores".
Un portavoz de la Coalición Independiente explicó que la negativa de su grupo obedece al incumplimiento, por parte del Ayuntamiento, de los compromisos contraidos en el convenio del año pasado, en temas de traslado, reclasificación de personal, sanidad, seguridad e higiene. Sin embargo, según Juan Lobato, la verdadera razón es que el Ayuntamiento se negó a recibir una reivindicación de última hora de este grupo, que pedía la reducción de la jornada de trabajo en media hora durante los meses de julio y agosto.
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