Las rivalidades entre los distintos ejércitos de EE UU obstaculizan su buen funcionamiento
Un amplio grupo de expertos, en el que se incluyen algunos de los parlamentarios más influyentes en cuestiones de defensa, pretende impulsar a lo largo del presente año una profunda reestructuración de las operaciones militares de Estados Unidos. Las investigaciones iniciadas hace año y medio por este grupo concluyen que la actual organización militar se encuentra paralizada por rivalidades entre el Ejército de Tierra, la Marina, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Infantería de Marina, lo que, a su vez, se traduce en presupuestos excesivos, escasa capacidad de combate y falta de coordinación en las operaciones.
Para resolver estos problemas, el grupo de expertos propone que se otorguen nuevos poderes al jefe del Estado Mayor Conjunto como consejero del presidente, a fin de superar las disputas entre los distintos servicios.Las recomendaciones, que serán publicadas el mes próximo, propondrán reforzar los poderes de los mandos regionales de los que dependen las operaciones de combate, agilizar las operaciones presupuestarias y de planificación del Pentágono y alterar, el papel que desempeña el Congreso en relación al presupuesto de gastos militares.
En caso de que sean aceptadas, los antecedentes de estas propuestas se remontan a la Administración de Dwight Eisenhower, cuando se reforzaron los poderes del Estado Mayor y del ministro de Defensa. Pero es de prever que muchas de las nuevas recomendaciones sean recibidas con una fuerte resistencia por parte del Gobierno de Reagan. El estudio, financiado por las fundaciones Ford y Rockefeller, fue realizado por ex funcionarios del Pentágono, miembros del Congreso y académicos, y sus conclusiones fueron elaboradas por el centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, de la Universidad de Georgetown.
El Estado Mayor Conjunto, a cuyo frente figura el general John Vessey, está integrado por los jefes y altos oficiales del Ejército de Tierra, Marina, Aviación e Infantería de Marina. Su misión consiste en asesorar al presidente y supervisar las operaciones de los cuatro ejércitos.
Philip Odeen, coordinador del estudio, denuncia el excesivo énfasis que se pone en nuevas y costosas armas y programas de investigación a costa de municiones, repuestos, material aerotransportable y otros elementos esenciales para el combate.
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