El Parlamento belga mantiene la incógnita sobre los euromisiles

Habrá que esperar hasta finales de marzo para que el Gobierno belga, tras consultar con sus aliados de la OTAN, decida la fecha en que comenzará el despliegue de los 48 misiles de crucero que corresponden a este país por la decisión de la Alianza Atlántica en 1979. El debate celebrado ayer sobre los euromisiles en la Cámara de Diputados belga no aportó novedad alguna. La clave la tiene el Partido Democristiano (CVP, flamenco), principal socio de la coalición gubernamental. Pero ayer su presidente, Frank Swaelen, se limitó a decir que, por el momento, no tenía elementos de juicio suficientes.

El primer ministro, miembro del CVP, Wilfried Martens, reiteró que, a falta de un acuerdo entre las dos superpotencias para la limitación de estos armamentos, Bélgica habrá completado a finales de 1987 el despliegue de los 48 cohetes.

La nota más original vino del presidente del Partido Socialcristiano (PSC, francófono), Gerard Deprez, quien ofreció a los actuales socios de la coalición gubernamental -que incluye a los liberales- un pacto según el cual la decisión que se tome en marzo no podrá ser puesta en tela de juicio por una posible nueva coalición que salga de las elecciones generales previstas para diciembre.

Los liberales fueron los que ayer se mostraron más firmes partidarios del despliegue sin demora, insistiendo en la solidaridad atlántica y la necesidad de no aislar a Bélgica. En la oposición, los socialistas criticaron la ambigüedad y la confusión del Gobierno, pidiendo retrasar la decisión sobre el despliegue, ya que nada obliga a respetar la fecha de marzo fijada por la OTAN, cuando una mayoría de la opinión pública belga está en contra de estas armas.

La gendarmería belga mantuvo ayer un servicio especial de vigilancia ante las instalaciones de la OTAN, de EE UU y de los países moderados del Próximo Oriente.