François Mitterrand reafirma en Nueva Caledonia la intención de conceder a la isla una independencia asociada

Entre 20.000 y 30.000 personas recibieron ayer en Numea al presidente François Mitterrand agitando banderas tricolores y gritando "Nueva Caledonia, francesa". La visita del jefe del Estado, que duró sólo 12 horas, se desarrolló sin incidentes, pero en medio de medidas excepcionales de seguridad. Al abandonar Numea, el presidente francés insistió en su voluntad de seguir adelante con el plan Pisani, que prevé la independencia asociada a Francia de la isla.

Pese al estado de emergencia, que prohibe la formación de grupos de más de cinco personas, los caldoches o europeos se echaron a la calle desde primeras horas de la mañana, bajo un calor asfixiante, para expresar su negativa a la independencia. La ciudad apareció llena de banderas francesas (hasta los pasos de cebra fueron pintados de azul, blanco y rojo) y muchos manifestantes portaban camisetas y pantalones con los colores nacionales. Algunos grupos exhibieron pancartas con inscripciones recordando Argelia y acusando de traidores a Mitterrand y a su enviado especial, Edgard Pisani.Mitterrand recibió en la sede del alto comisariado a 12 personalidades locales, entre ellas el principal líder independentista Jean Marie Tjibaou, y al diputado del Rassemblement pour la Caledonie dans la Republique (RPCR), Jacques Lafleur.

"A la vista de las conversaciones que he mantenido", explicó el jefe de Estado momentos antes de reemprender viaje de regreso a París, "creo que el diálogo, que se podía creer roto, continúa". Mitterrand no dejó dudas sobre su respaldo al plan Pisank "El objetivo está fijado, y el calendario, anunciado", afirmó.

Tjibaou insistió en que su partido no aceptaría nada que no fuera la independencia absoluta. El líder canaco abandonó Numea pocas horas después que Mitterrand, camino también de París, donde se entrevistará con políticos franceses. Paralelamente, se ha anunciado que los próximos días visitarán Nueva Caledonia los dos líderes de la oposición francesa, Jacques Chirac y Valery Giscard d'Estaing.