Vilarasau cuenta ya con el consenso del Hispano y del Banco de España para presidir el tercer banco del país

José Vilarasau, director general de la Caja de Pensiones para la Vejez y Ahorro de Cataluña y Baleares (La Caixa), cuenta ya con el consenso de la comisión ejecutiva del Banco Hispano Americano y del Banco de España para sustituir a Alejandro Albert como presidente de la tercera entidad financiera del país. Vilarasau tiene de plazo hasta las primeras horas del lunes como máximo para dar su respuesta. En el caso de que desechase el ofrecimiento y decidiese quedarse en Cataluña, el segundo presidenciable -que también cuenta con el consenso- es Claudio Boada, actual presidente del INH.

La depuración de las listas de sustitutos a Albert, que contaban hasta con una decena de nombres, se produjo en la tarde del pasado viernes y en la mañana del sábado en sucesivas reuniones unilaterales (de los hombres fuertes del Hispano, que se reunieron en los domicilios particulares de Albert y de Basagoiti, vicepresidente del Hispano) y bilaterales (directivos del Hispano y las máximas autoridades monetarias, con Mariano Rubio al frente). Al final se barajaron, casi exclusivamente, los nombres de Vilarasau y Boada. Los principales apoyos de ambos dentro del consejo del Hispano vienen, respectivamente, de Antonio Barrera de Irimo y Javier Benjumea.José Vilarasau Salat, la persona con más probabilidades, fue director general adjunto de Telefónica cuando Barrera, el hombre de las matildes, era presidente de la compañía. Su vinculación con Barrera comenzó cuando Vilarasau comenzó a trabajar en la Secretaría General de Hacienda. Vilarasau ocupó los cargos de director general del Teso ro y de Política Financiera, sien do Alberto Monreal ministro de Hacienda. Cuando era titular del Tesoro, tuvo lugar el juicio de Burgos contra los militantes de ETA; a consecuencia de las sentencias de muerte, Mariano Rubio dimitió de su puesto de director general de Política Financiera y le sustituyó Vilarasau. El director general de La Caixa es primo de Carlos Ferrer Salat, presidente del Banco de Europa y ex presidente de la CEOE.

Claudio Boada, además de su amistad con Javier Benjumea, cuenta con la confianza del ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y con la del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio.

Reunión del consejo

El resto de los nombres mencionados para la presidencia del Hispano en días pasados (García Díez, Manuel de la Concha, Antonio Basagoiti, Antonio Barrera, Alberto Oliart, etcétera) han quedado prácticamente descolgados al no lograr la anuencia de los hombres del Hispano o de los del Banco de España. Diversas fuentes insistieron nuevamente ayer en que la aparición pública de algunos nombres estaba más motivada con la intención de quemarles que como alternativas reales. El caso más explícito parece haber sido el de Manuel de la Concha.

Diversos consejeros del Hispano manifestaron ayer su impresión de que la reunión decisiva del consejo de administración -en la que se tendrá que aceptar de facto la dimisión de Albert y nombrar al nuevo presidente- no tendrá lugar hasta mañana o el martes, ya que para convocarla deberá haberse cerrado el consenso, conocer la decisión de Vilarasau -o la de Boada- y tener las ideas muy claras de cómo y quiénes han de negociar con el Banco de España para conseguir las ayudas financieras necesarias para sanear el grupo, en especial el Banco Urquijo-Unión.

Según diversas fuentes, las negociaciones no han pasado hasta ahora de exposiciones generales y del conocimiento de ambas partes de lo que pretende la otra.

Es significativo el hecho de que el Banco de España haya abierto la posibilidad de que el Hispano pueda repartir un dividendo simbólico -con cargo a las reservas- en 1985, si el proceso de saneamiento se ajusta a las proposiciones de la autoridad monetaria y cumplida la condición sine qua non de tener un nuevo presidente ejecutivo.