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Polémica en la RFA sobre la seguridad de los Pershing 2

El accidente en las cercanías de Heilbronn que provocó la muerte de tres soldados norteamericanos y 16 heridos será discutido mañana en la Comisión de Defensa del Parlamento federal (Bundestag), en Bonn. El suceso ha desencadenado en la República Federal de Alemania (RFA) una polémica y fuertes críticas sobre la seguridad que ofrecen los nuevos cohetes atómicos Pershing 2 instalados en el país. La oposición socialdemócrata ha pedido que se detenga el estacionamiento de los Pershing 2 en la RFA, al tiempo que en la Prensa aparecen manifestaciones de antinorteamericanismo.

El presidente de la comisión de Defensa del Bundestag, el socialcristiano bávaro Alfred Biehle, ha advertido contra el riesgo de desencadenar el pánico. Dos grupos de expertos norteamericanos investigan las causas del accidente del pasado viernes, en el que ardió el combustible sólido de un Pershing 2 y perdieron la vida tres soldados, además de dejar heridos a 16. El Gobierno de Bonn espera, según su portavoz, Peter Boenisch, que los aliados norteamericanos informen, "como es natural", sobre las causas del accidente.La Prensa de la RFA se divide entre los que minimizan el accidente y otros que han sacado un inusitado tono antinorteamericano. En el Hamburger Morgenpost se leía ayer: "Un cohete Pershing se incendia, soldados norteamericanos corren con minibombas atómicas en la mochila. Al mejor aliado de Estados Unidos en la Alianza Atlántica le exige el hermano mayor demasiado al otro lado del gran charco. Las bombas con la mecha encendida que pueden destruir el mundo no están en cualquier parte del desierto de Nevada, sino en nuestro país, donde los norteamericanos tienen la función de una potencia protectora y no de ocupantes. Sin embargo, las autoridades norteamericanas y los generales se comportan con frecuencia en nuestro país como los oficiales coloniales en un poblado de hotentotes negros".

La Prensa de Heilbronn, el lugar del accidente, plantea la cuestión de la seguridad de los nuevos cohetes de la OTAN y argumenta que la ciudad ya padeció en la II Guerra Mundial la destrucción, "cuando se ocultó a la población datos decisivos para haber salvado la vida".

El problema de la seguridad de los Pershing 2 se plantea en muchos comentarios, que preguntan si ese cohete está realmente lo suficientemente maduro para ser desplegado. La agencia DPA informó días atrás que hasta septiembre del año pasado - 10 meses después del comienzo del estacionamiento de los Pershing 2 en la RFA- se realizaron, "según informaciones oficiales", 21 vuelos de prueba con el nuevo cohete. En seis ocasiones fracasó el experimento -dos veces estalló el cohete, tres no dio en el blanco y una no despegó-. Los dos últimos experimentos, el pasado verano, tuvieron éxito. Hasta el pasado noviembre se estacionaron en la RFA 45 de los 108 Pershing 2 previstos en los planes de la OTAN.

Según medios de Prensa y televisión norteamericanos, antes del estacionamiento de los Pershing 2 en la RFA sólo hubo una prueba con un cohete completo y fracasó el lanzamiento. Sobre las causas del accidente de Hefibronn circulan versiones que tienen aspecto de comedia negra. El sensacionalista Bild escribió que los soldados habían hecho un fuego para calentarse en una tienda en las proximidades del misil. Ayer se celebró una ceremonia religiosa por los soldados muertos en el accidente.

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