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Alfredo di Stéfano regresa a Argentina al cabo de tres años para intentar reactivar al Boca Juniors

Alfredo di Stéfano regresa el martes a Argentina, al cabo de tres años, para intentar reactivar al Boca Juniors, equipo sumido en una profunda crisis y que acabó el último campeonato muy mal clasificado. Di Stéfano, considerado como el jugador más importante de la historia del fútbol junto al brasileño Edson Arantes do Nascimento, Pelé, se llevará como ayudante a Jesús Paredes, quien durante las dos últimas temporadas compartió con La Saeta Rubia la dirección del Real Madrid como preparador físico. Los dirigentes del Boca, con un pasivo de 700 millones de pesetas, confían en el carisma de Alfredo.

Di Stéfano, nacido el 4 de julio de 1926, cerró ayer, a falta de algún pequeño detalle, los contactos con los nuevos dirigentes del Boca Juniors, uno de los numerosos clubes argentinos que atraviesan una grave depresión económica, la cual ha repercutido en su proyección futbolística. El Boca fue intervenido recientemente por la secretaría de Estado, que se propuso reordenar sus deudas -un pasivo que asciende a cuatro millones de dólares, casi 700 millones de pesetas-, solventar las que se mantienen incluso con empleados y administrativos y propiciar un consenso entre todas las fuerzas sociales del club para formar una nueva junta directiva, integrada esencialmente por gente adinerada y dispuesta a devolver el prestigio perdido a la entidad.

Un millón y cuarto al mes

Para recuperar el carisma se pensó en Di Stéfano, quien puede cobrar, según fuentes procedentes de Argentina, alrededor de 1.250.000 pesetas mensuales. Las ayudas de alguna conocida firma de prendas deportivas y de determinadas sociedades próximas al Boca, así como la posibilidad no descartada de traspasar a algunos jugadores, como el delantero Gareca y el centrocampista Rugheri, pueden contribuir, junto a los avales personales de los dirigentes, a levantar el estado ruinoso del club en su apartado económico. Respecto al resurgimiento deportivo todos confian en el mítico Alfredo.

No sería la primera vez. Di Stéfano ya hizo campeón de Liga al Boca en la temporada 1969-1970, título que alcanzó con su máximo rival, el River Plate, en la 1981-1982, y en España, con el Valencia, en la 1970-1971. Con el equipo valenciano logró también la Copa de España en 1979 y la Recopa en 1980. El 20 de mayo de 1982 regresaba por la puerta grande, previsiblemente por una decisión electoralista de la actual junta directiva del Real Madrid, al club con el que llegó a la gloria como jugador y con el que más éxitos obtuvo en el fútbol mundial.

Cinco subcampeonatos

Dos temporadas permaneció Alfredo en el banquillo madridista. En la primera fue subcampeón en los cinco torneos que disputó el club y en la segunda volvió a quedarse a las puertas del título de Liga al quedar otra vez segundo, aunque igualado a puntos con el campeón, el Athlétic de Bilbao. Su salida del Madrid resultó polémica y sus relaciones con el presidente, Luis de Carlos, y algunos directivos se enturbiaron. Di Stéfano ha confesado a sus íntimos que llegó a sentirse "traicionado". Unas fuertes declaraciones contra los responsables directivos de la casa blanca (ver EL PAIS del 22 de julio) y la demanda que presentó en Magistratura -asunto aún pendiente de resolución- por diferencias económicas respecto a una serie de primas no percibidas en su finiquito acabaron de enfrentar a Di Stéfano con la cúpula directi va del club.

Alfredo se lleva a Argentina a Jesús Paredes, preparador fisico en sus dos campañas madridistas, de quien opina: "Siempre se mantuvo fiel frente a toda serie de influencias". Paredes, de 31 años, estuvo en la casa diez temporadas, alternando su labor desde las categorías inferiores con el Castilla y el primer equipo El club prescindió de sus servicios cuando decidió no renovar a Di Stéfano y, como con el entrenador, su asunto acabó con una demanda en Magistratura por "despido improcedente".

El Madrid paga mensualmente a Paredes, aunque prefiere que éste no realice ningún trabajo por ello, a la espera del recurso presentado contra la sentencia favorable al preparador físico. Paredes renunciará, a partir de febrero, a los "sueldos de tramitación". Ayer aseguró: "No me gusta cobrar sin trabajar. Es una situación muy tensa que, afortunadamente, va a superarse".

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