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El Gobierno israelí examinará mañana la retirada gradual en el sur de Líbano

El Gobierno israelí decidirá en el curso de las próximas semanas entre las diferentes opciones para una retirada de Líbano que le serán sometidas mañana por el ministro de Defensa, Itzhak Rabin. Todos los dirigentes, desde el Ejército al Ministerio de Defensa, apoyan un plan de retirada en dos o tres etapas para repatriar a los soldados israelíes antes del final del próximo verano.

Aunque es improbable, las diferencias entre ministros y grupos políticos podría originar una crisis de Gobierno en Israel. Por el momento, el plan de retirada por etapas presentado por el ministro de Defensa cuenta con el apoyo del primer ministro, Simón Peres, as¡ como de la mayoría de los restantes miembros del Gabinete. Por el contrario, Ariel Sharon se opone al plan Rabin-Peres, a pesar de que otro importante miembro del Likud, el viceprimer ministro David Levy, apoya la retirada de Líbano. Por otra parte, el ministro de Salud, Motta Gur (laborista), ex jefe del Alto Estado Mayor, mantiene serias dudas sobre la validez de una retirada unilateral, sin medidas de seguridad previamente pactadas con Siria.

Los medios militares piden al Gobierno que decida cuando antes, ya que "las tergiversaciones, dudas y declaraciones algunas veces contradictorias de los ministros sobre Líbano tienen un efecto desmoralizador sobre nuestros hombres", manifestó un alto oficial de la reserva, que acaba de terminar un largo período de servicio en el sur de Líbano.

Iniciativa de la ONU

Por otra parte, el alto mando militar israelí prefiere -por razones puramente de seguridad militar- una retirada decidida unilateralmente por el Gobierno de Israel, acompañada de medidas de seguridad en el sur de Líbano, a una evacuación basada en acuerdos concluidos con Beirut. Los militares israelíes dudan de que el Gabinete de Rachid Karame, incapaz de hacer respetar su autoridad en Beirut, pueda cumplir los compromisos pactados con Israel.Sin embargo, el Gobierno israelí dará todavía una posibilidad a la negociación. No a las conversaciones de Nakura, boicoteadas por Israel, sino a la iniciativa del subsecretario de la ONU, Brian Urguhart, esperado este fin de semana en Beirut. Fuentes diplomáticas en Jerusalén consideran que el secretario general de la ONU, Javier Peréz de Cuéllar, puede haber recibido el acuerdo, al lo menos tácito, por parte de Moscú, sobre la misión de Urguhart. De lo contrario no se explica esa misión, destinada a proponer una ampliación del papel de las fuerzas de la ONU en el sur de Líbano. Más aún teniendo en cuenta que la Unión Soviética puede impedir cualquier cambio en la función de los cascos azules mediante un eventual veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Rabin pide paciencia a los jefes del Ejército, argumentando que un mal acuerdo negociado es mejor que una retirada unilateral. Opinión que no comparten los militares, afirmando que una retirada unilateral decidida por Israel sería mejor que un acuerdo "obligatoriamente cojo".

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