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Una nueva andadura

Lo más sorprendente en el comunicado publicado en Ginebra es, a la vez, su modestia y su ambición. Modestia, porque no se trata más que de un primer paso hacia un nuevo inicio de las negociaciones sobre armamento. Ambición, porque las dos superpotencias no escatiman los términos de su declaración de intenciones: poner fin a la carrera de armamentos en la Tierra, limitación total de armas nucleares o lo que sea...Con razón o sin ella, Reagan está convencido de que su Iniciativa de Defensa Estratégica es el mejor medio de llegar, si no a un mundo sin armas, al menos a un equilibrio más estable, despejado de armas nucleares y del terror que inspiran. Esto es lo que Shultz estaba encargado de explicar a Gromiko, y el que haya aceptado una negociación para evitar la carrera de armamentos en el espacio apenas es una concesión ( ... ).

Los soviéticos aceptan, en todo caso, este nuevo diálogo sin poner las condiciones que habían adelantado en el abortado proyecto de encuentro en Viena en septiembre. Sobre todo, restablecen, igualmente sin condiciones, las conversaciones sobre armamentos nucleares rotas hace 14 meses ( ... ).

Si los dirigentes soviéticos han puesto fin con realismo a un enfado que se ha revelado estéril y negativo para sus propios intereses, el presidente americano recoge los frutos de su actitud en un cambio de su imagen. Según un sondeo publicado por The New York Times, el 60% de los americanos apoyan su comportamiento hacia Moscú y las tres cuartas partes respaldan la limitación de armamentos. Es verdad que sólo una cuarta parte piensa que este acuerdo podrá ser firmado en un plazo de cuatro años.

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