Una estación central para la zona sur de Madrid

La Puerta del Sol se convertirá, al igual que Atocha, en una gran estación intercambiadora del transporte público. Reordenar su recinto se ha convertido para los responsables del urbanismo madrileño en algo que trasciende los límites de la plaza para transformarse en una gran actuación con repercusiones en toda laciudad. No se trata de limitar tan sólo el tráfico privado ni de colocar estaciones de metro en estilo artdecó. Lo que el Ayuntamiento de Madrid pretende es recuperar un recinto con un pasado histórico estrechamente ligado a la ciudad y darle el papel de centro comercial y de servidos que exige la zona sur de la capital

.Las obras de reordenación de la Puerta del Sol serán iniciadas el próximo mes de febrero. Primero quedará retirado el mobiliario urbano; luego, entrarán en acción las excavadoras. La estación de metro será prioritaria. La idea es hacer bajo la plaza un único y gran vestíbulo al que se tendrá acceso por dos bocas. Desde este vestíbulo, unas 50.000 personas entrarán o saldrán diariamente en los andenes de las líneas 1 (Plaza de CastillaPortazgo), la 2 (Ventas-Cuatro Caminos) y 3 (Legazpi-Moncloa).Desde 1919 la existencia de esta estación ha influido de forma clara en el desarrollo de la Puerta del Sol. En esta ocasión, esa repercusión se transformará en protagonismo si, como pretenden los urbanistas, la totalidad de la plaza se convierte en una gran estación intercambiadora de transporte público. "Sol se podría transformar en una gran estación central con diversos andenes situados en las plazas aledañas", manifestó Enrique Bardají, gerente municipal de Urbanismo.

La misma Puerta del Sol y los núcleos de Benavente-Tirso de Molina, ópera, Canalejas- Sevilla y Callao serían los cinco andenes de esta gran estación intercambiadora metro-autobús. No en vano estos cinco puntos forman parte de los itinerarios de las líneas de metro números 1, 2, 3 y 5 así como del ramal Ópera-Norte, mientras en superficie son atravesadas por un total de 21 líneas de autobuses y ocho de microbuses de la Empresa Municipal de Transportes.

Las calles que salen de Sol se convertirían así, según este criterio, en los vestíbulos de los andenes de la estación central. "Un centro comercial se nutre de personas que tienen que pasar por sus cercanías de forma casi obligatoria o de personas que se sienten atraídas por ese centro. Eso es lo que pretendemos, que Sol atraiga por sí solo", afirma Bardají. .

Descenso de usuarios

Según las estadísticas, en 1930, cuando había 1.200.000 habitantes en Madrid, pasaban por Sol hasta 750.000 personas a diario. En la actualidad, con 3.200.000 madrileños, la plaza es recorrida al día por 500.000 personas. El descenso de utilización sufrido es precisamente el que se pretende paliar con la potenciación de la plaza. "Prueba de que esperamos que aumente el número de usuarios de la plaza son las fuertes inversiones que no sólo va a hacer el Ayuntamiento, sino también la Dirección General de Infraestructura del Transporte para mejorar la estación de metro", dice el gerente de Urbanismo.

De hacerse realidad estas previ siones carecerían de fundamento los temores de los comerciantes que, desde principios del pasado mes de diciembre, decoran las puertas de sus establecimientos con un "No al cierre al tráfico de Sol". Esta misma semana más de un centenar de comerciantes enviaba una carta al alcalde de Madrid, Enrique Tierno, en la que mostraba su preocupación por una medida que puede hacer cerrar unos establecimientos que, según el escrito, han permanecido abiertos a pesar de guerras, revoluciones y saqueos.

Los comerciantes afirman que el número de clientes ya ha descendido alarmantemente. Incluso a través de Adrián Piera, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, pidieron al Ayuntamiento exenciones fiscales durante el tiempo que duren las obras. "El sector está muy preocupado, pues al cierre del tráfico se sumará durante el año que duren las obras el obligado movimiento de tierras, el transporte de materiales y el vallado de zonas, que harán que los compradores rehuyan la zona", manifestó Piera.

Los comerciantes, que han solicitado en varias ocasiones el mantenimiento del tráfico privado hasta el comienzo de las obras, temen por otra parte, que Sol se convierta tras la reordenación en el gran zoco de Madrid, a semejanza de lo que'ocurre actualmente en las calles de Preciados y Carmen, donde, según pudo comprobar un redactor de este periódico, hay horas en las que actúan hasta una decena de trileros o jugadores de cubiletes. En este sentido todo dependerá de la vigilancia que se establezca.

De momento los responsables municipales no parecen estar preocupados por lo que pueda convertirse la plaza, sino por lo que quieren que se convierta: un centro para la zona sur de Madrid. Este deseo está fundado en dos factores, según informó Bardají. "Hemos comprobado, como consecuencia de los estudios realizados, que más del 50% de los transportes que tienen su destino en Sol y plazas cercanas proceden del sur de Madrid. Para estos madrileños Sol es el centro".

Asimismo, el desarrollo de la ciudad ha hecho que la Puerta del Sol, que era el centro geográfico, se haya quedado en el sur.

Centro descentralizado

Los responsables del urbanismo madrileño, que en el Plan General de Ordenación Urbana han recogido numerosos proyectos para potenciar la zona sur, han pensado que no es necesario crear para ella ningún centro artificial, pues ya lo tiene. Sol es "el centro descentrado" de esta zona. Sólo es necesario adecuarlo para que los madrileños se sientan a gusto.

Los pasos que hay que dar para conseguir este objetivo ya están perfilados. Se sabe incluso que en medio de las isletas centrales se creará un espacio acotado para el árbol de Navidad. El pavimento será de granito gris claro; las cabinas de teléfono, cerradas y, según parece, con un aire inglés; dos fuentes, que servirán de lucernarios a los usuarios del metro, estarán rodeadas cada una de 70 metros lineales de banco de piedra; una ornamentación tipo art-decó para las bocas de metro, también rodeadas de banco de piedra; los nuevos quioscos, cuya utilización servirá de prueba piloto. En suma, un nuevo mobiliario urbano para una plaza donde lo más innovador va a ser ese espacio sólo para andar situado entre las calles Alcalá y Arenal, cuyo crecimiento hará menguar el terreno dedicado al tráfico rodado.

Las aceras de las principales calles que salen a Sol serán ensanchadas, especialmente las de Carretas y Mayor. Las dársenas de los autobuses se comerán otra parte de la calzada. En estas circunstancias se espera que el tráfico privado disminuya, pues de lo contrario posiblemente habría que adoptar medidas restrictivas.

Los responsables de la circulación estiman que esta reducción será posible en el momento en que empiecen a funcionar la estación. intercambiadora de Atocha, el intercambiador de Aluche, él nudo Sur y otras medidas en preparación como la creación de una nueva Estación Sur de Autobuses o la potenciación del eje de Meriéndez Pelayo.