Mutismo en la Prensa soviética y falta de noticias relevantes en la estadounidense

La Prensa soviética ignora prácticamente las conversaciones de Ginebra entre George Shultz y Andrei Gromiko, responsables de la política exterior de EE UU y la URSS, aunque mantiene sus ataques a los planes de Ronald Reagan sobre la guerra de las galaxias. En Estados Unidos, en cambio, se asiste a un despliegue extraordinario de medios, aunque la Prensa no ha conseguido ofrecer ninguna noticia relevante, dado el mutismo de ambas delegaciones.El órgano del Partido Comunista de la Unión Soviética, Pravda, y los restantes periódicos de alcance nacional dan sólo un corta noticia de cuatro líneas de la agencia Tass en páginas interiores, sin fotos, sobre el comienzo de las negociaciones. La televisión ofreció sólo unas breves imágenes de los dos diplomáticos charlando informalmente en la sede de la legación diplomática soviética en Ginebra.

Pravda, sin embargo, continúa con sus habituales ataques a la política armamentista norteamericana, y especialmente en lo relativo a los proyectos de Reagan de establecer un sistema de defensa estratégica en el espacio.

Un informe de científicos soviéticos, que acaba de ser conocido, señala que el sistema de defensa con base en el espacio propuesto por Reagan afectará a todo el equilibrio estratégico, provocará una reacción en cadena de contramedidas y, en última instancia, hará más posible la guerra nuclear. El documento, de 42 páginas, considera que la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), nombre oficial de lo que popularmente se conoce como guerra de las galaxias, parece técnicamente factible aunque inmensamente costoso.

Los principales periódicos y cadenas de televisión de Estados Unidos han hecho un gran despliegue sobre estas conversaciones, pero se han encontrado con un mutismo que no esperaban. The New York Times informaba ayer, en palabras de un funcionario norteamericano, de las razones de este silencio, que contrasta con las rápidas manifestaciones tras los anteriores encuentros de Shultz y Gromiko en Nueva York, Washington, Madrid y Estocolmo. "Esta vez estamos buscando resultados y no realizar propaganda", dijo el funcionario.