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Fuerte polémica en el Reino Unido por el nacimiento del primer bebé de madre 'alquilada'

El primer bebé comercial de madre alquila en el Reino Unido ha provocado una fuerte polémica en aquel país. La recién nacida podría ser declarada hija ilegítima de acuerdo con las leyes británicas de adopción, aunque miembros de los servicios sociales han solicitado que se le aplique un estatuto especial. Un portavoz de los servicios gubernamentales declaró que dar a luz a cambio de recibir dinero es constitutivo de delito. Parlamentarios de distintos partidos políticos han anunciado que pedirán una ley que proscriba la maternidad por sustitución.

Kim Cotton se convirtió anoche en la primera madre alquilada del Reino Unido al dar a luz, a las 20.26 hora peninsular, a una niña, que pesó 3,6 kilos, en el Victoria Maternity Hospital, al norte de Londres. La niña se encuentra en perfecto estado de salud.Geoff Cotton, esposo de Kim, y Barbara Manning, ejecutiva de la agencia de maternidad de alquiler que ha gestionado el encargo, asistieron al nacimiento de la criatura. La madre británica abandonó ayer la clínica, acompañada sólo de su marido, ya que la recién nacida deberá permanecer en el centro hasta que un tribunal de menores decida cuál será su futuro. Los servicios sociales consiguieron de los tribunales la prohibición de que la niña abandonara el hospital "por razones de seguridad".

Kim Cotton, de 28 años, madre de otros dos niños, recibirá 6.500 libras (cerca de un millón y medio de pesetas) por haber prestado su vientre para engendrar la niña que dio a luz, con el esperma del esposo de una pareja sin hijos, a la que iba a ser entregada la criatura. Kim decidió hacerse madre por encargo para ayudar a pagar las obras de renovación de su casa en el norte de Londres.

La pareja, cuya identidad no ha sido facilitada, pagó 14.000 libras (unos 2.500.000 pesetas) a una agencia de maternidad por encargo que tiene su sede en Surrey (sur de Gran Bretaña). La agencia ha cobrado 6.500 libras, igual cantidad que la madre alquilada, y las 1.000 libras restantes han sido destinadas a cubrir los gastos médicos y legales.

Cuatro millones por la exclusiva

La señora Cotton recibirá, además, 20.000 libras (alrededor de 4.200.000 pesetas) del periódico popular Dady Star por contar en exclusiva su experiencia.Los Cotton no saben prácticamente nada de la pareja que va a adoptar a la niña, salvo que son ricos, que el padre es rubio y de ojos azules, como Kim, y que estaban tratando de adoptar un niño desde hace varios años. El matrimonio Cotton tiene dos hijos: James, de 8 años, y Anouska, de 4 años. "Ellos saben que el bebé no entrará en casa y que lo donamos a una pareja que no ha podido tener niños. Ambos lo han aceptado muy bien". La señora Cotton declaró antes de dar a luz que estaba encantada de cómo había discurrido todo.

Se sabe que otras tres mujeres británicas han sido inseminadas artificialmente en condiciones de madres alquiladas. Kim. Cotton ha sido la primera británica que ha tenido un bebé por encargo y ha recibido dinero por ello, pero no la primera madre que ha cedido su hijo, pues ya el pasado mes de agosto Mary Stewart, de 25 años, dio a luz un niño para una pareja que lo deseaba desde hacía 12 años. La diferencia entre una y otra es que Mary Stewart, prestó su vientre gratuitamente.

Alan Gorst, director de servicios sociales del distrito londinense de Barnet, donde reside Kim Cotton, dijo que es obligación de su departamento velar por el bienestar de todos los niños de la zona. Gorst precisó que, en virtud de la ley de adopción de 1958, el pago de dinero por un bebé es constitutivo de delito, para el que se prevé una multa de 110 libras (algo más de 20.000 pesetas) o seis meses de cárcel.

Un portavoz del centro de adopción de Londres declaró, por su parte, que, de acuerdo con la ley vigente, el niño de madre alquilada será considerado ¡legítimo. En el certificado de nacimiento de la niña figurará que es hija de la madre natural (Kim Cotton) y de padre putativo (el que proporcionó el esperma).

Sin embargo, miembros de los servicios sociales británicos que dicen actuar en pro del bienestar del recién nacido han pedido la definición del estatuto de "bebé comercial".

Varios parlamentarios británicos de distintos partidos pedirán formalmente al Gobierno de su país la elaboración de una ley que proscriba la maternidad comercial. La petición será presentada el miércoles próximo, cuando el Parlamento reanude sus sesiones, tras las vacaciones navideñas, y la intención de los parlamentarios que patrocinan la idea es que la cuestión sea debatida con la mayor urgencia.

En círculos próximos al Parlamento se señaló que el citado proyecto de ley que proscribirá la experimentación sobre embriones humanos podría servir de vehículo para prohibir la maternidad comercial.

La Iglesia anglicana ratificó, por su parte, su oposición a la maternidad alquilada y consideró "particularmente desagradable" el pago de dinero para tales fines. "El que una mujer se preste a engendrar niños para otras personas no cuadra con la visión cristiana de la dignidad de la mujer".

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