Arafat acusa a Siria del asesinato de Fahd Kawasme
Yasir Arafat, líder de la resistencia palestina, acusó ayer al régimen sirio de haber instigado el atentado que costó la vida el sábado en Amman a Falid Kawasme, miembro moderado del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y ex alcalde de Hebrón. Poco después de aterrizar de madrugada en el aeropuerto de la capital jordana, Adonde llegó ayer para asistir hoy al entierro de su colaborador, Arafat afirmó que "aquellos que intentaron impedir la celebración en noviembre, en Amman, del Consejo Nacional Palestino (Parlamento palestino en el exilio) son sus asesinos".
Tras esta alusión a los llamados disidentes palestinos y a los rebeldes prosirios, Arafat arremetió directamente contra el régimen sirio, al afirmar que "esos mercenarios y los gobernantes de Damasco que los protegen y les dan las órdenes han de saber que no podrán derrotar a nuestro pueblo".A diferencia de lo ocurrido tras el atentado que costó la vida a Issam Sartaui, otro colaborador de Arafat, ninguna de las facciones extremistas guerrilleras inculpadas por el máximo dirigente palestino ha reaccionado hasta ahora felicitándose públicamente de la noticia del atentado que una organización denominada Septiembre Negro -como el famoso grupúsculo terrorista que encabezó Abu Daud a principios de los años setenta- reivindicó mediante una llamada telefónica a la sede de la agencia France Presse en París y Beirut.
Septiembre Negro, que asumió a principios de mes la responsabilidad del asesinato de un diplomático jordano en Bucarest, "es", dijo el anónimo interlocutor, "la autora de la muerte del policía jordano Fahd Kawasme, que conspiró contra la revolución en beneficio de Arafat y del rey Hussein de Jordania".
Visiblemente conmovido y rodeado de aparatosas medidas de seguridad, Arafat, que llegó a Amman junto con sus dos principales lugartenientes, Abu Jihad y Abu Iyad, visitó inmediatamente a la viuda, Meyassar Kawasme, a la que encontró, como requiere la tradición, rodeada de plañideras y acompañada por un religioso musulmán que recitaba el Corán.
El mismo día del asesinato, a última hora de la tarde, el rey Hussein acudió al domicilio de la familia de la víctima para darle el pésame, al tiempo que, sin incriminar a nadie, calificó el atentado, perpetrado por "cobardes'', de "intento de acallar la voz de la justicia, de la valentía y de la fidelidad a la nación".
Tanto el monarca hachemí como su hermano, el príncipe heredero Hassan; el primer ministro jordano y el comandante en jefe de las fuerzas armadas del reino asistirán hoy al funeral por Kawasme, en el que también deberían estar presentes, si obtienen la correspondiente autorización de salida israelí, su madre y algunos otros familiares residentes en Hebrón, localidad de la Cisjordania ocupada, de la que fue expulsado Fahd Kawasme en 1980 por el Ejército israelí.
Numerosas personalidades palestinas residentes en Cisjordania, algunos israelíes de izquierdas y hasta el prestigioso diario Jerusalem Post han pedido justamente al Gobierno de Tel Aviv que autorice la inhumación de Kawasme en su ciudad natal de Hebrón, donde las tropas israelíes fueron puestas el sábado en estado de alerta para impedir manifestaciones callejeras de duelo.
Nunca, sin embargo, ningún Gobierno judío ha autorizado el entierro en su tierra de los exiliados palestinos, y, según el responsable de la OLP en Aminan, Najib el Ahmad, el primer ministro laborista, Shimon Peres, no hará una excepción.
En Cisjordania, la opinión generalizada acusa abiertamente a Siria del asesinato del ex alcalde de Hebrón, informa desde Tel Aviv Victor Cygielman. Los comunistas israelíes, conocidos por sus buenas relaciones con Moscú, Damasco y la izquierda palestina, han condenado también el asesinato de Kawasme.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.