Rajiv Gandhi logra una victoria electoral superior a la de Indira en 1980, con un mínimo de 360 escaños sobre 508

ENVIADO ESPECIAL El veredicto de las urnas al término del primer día de recuento de los votos emitidos en las elecciones generales indios parece inapelable: el electorado quiere un nuevo Gandhi al frente de los destinos de país. Aun antes de que se cerrasen los colegios electorales en los Estados de Meghalaya y Nagaland, en el noreste del país, donde se disputaban tres escaños de los SM en litigio, en los tres días de votación, iniciada la pasada Nochebuena, la tendencia era la victoria o la ventaja de los candidatos del Partido del Congreso (I), actualmente en el Gobierno.

Sólo en Jammu-Cachemira y en Andra Pradesh, el partido del Gobierno encontraba dificultades en su avance hacia el triunfo, debido a la fortaleza de los candidatos locales.Fue precisamente en estos dos Estados, cuyos primeros ministros -Faruq Abdulah, en Cachemira, y el actor Rama Rao, en Andra Pradesh- fueron destituidos por Indira Gandhi, donde el Partido del Congreso (I) perdió su popularidad y las elecciones a las asambleas estatales. Rama Rao, que ha conseguido una ventaja que le hace prácticamente imbatible en su circunscripción, tuvo que ser repuesto en su cargo ante la presión popular y la protesta del resto de las formaciones políticas. Sin embargo, aun en Andra Pradesh -en tiempos, un feudo total de Indira Gandhi-, el Partido del Congreso (I) ha conseguido avances importantes en comparación con las últimas elecciones regionales.

En el resto de este inmenso país, de más de tres millones de kilómetros cuadrados (seis veces España) y una población de 730 millones de habitantes, el Partido del Congreso (I) prácticamente barría en todas las circunscripciones.

Según los datos facilitados en la noche de ayer por la televisión india, el Partido del Congreso (I) logró la victoria en 123 de 157 circunscripciones donde el recuento había finalizado. El partido gubernamental puede, según estos datos, lograr 360 -e incluso 400- escaños de los 508 en juego y obtener por primera vez más, del 50% de los votos emitidos.

Derrota de la oposición

Aunque el grueso del recuento de votos no se producirá hasta hoy, analistas políticos indios comentaron que era prácticamente imposible un vuelco en sentido contrario de la tendencia que apunta hacia un triunfo del partido del Gobierno, que, de mantenerse hoy, puede mejorar la mayoría de dos tercios obtenida por Indira Gandhi en las elecciones de 1980, cuando, tras el desastre de dos años de Gobierno bajo el Partido Janata, el Congreso (I) logró 353 escaños y volvió al poder.Como entonces, la oposición se ha presentado dividida ante el electorado y ha sido incapaz de presentar un candidato único a la jefatura del Gobierno, principalmente ante la intransigencia demostrada por el ex primer ministro Charan Singh, líder del Dalit Mazdoor Kisan Sanghathan, que se ha negado a considerar cualquier candidatura unificada de la oposición que no estuviera encabezada por él mismo La oposición sólo se ha presentado conjuntamente en 200 de los más de 500 distritos electorales

Aunque Charan Singh encabezaba el recuento en su distrito de Baghpat, en Uttar Pradesh, y posiblemente será proclamado candidato electo, a pesar de las acusaciones de intimidación y fraude lanzadas por sus adversarios políticos, el resto de los líderes nacionales de la oposición había perdido ayer la batalla. El líder del BJP y ex ministro de Asuntos Exteriores, Atal B. Vajpayee, perdió el escaño de Gwalior, en Madhya Pradesh, ante el ex marajá Madlivrao Scindia, cuyo padre había subvencionado los estudios universitarios del líder del BJP.

El secretario del BJP para toda la India reflejó a media mañana, cuando todavía sólo se habían producido unos pocos recuentos, el estado de ánimo de su partido al declarar que "la tendencia a favor del Partido del Congreso (I) es claramente visible". "No podíamos esperar estos resultados", añadió.

La Lok Sabha o Cámara baja del Parlamento indio, con unas atribuciones similares a la Cámara de los Comunes británica, consta de 544 diputados. En estos tres días de elecciones, la lucha electoral se ha centrado en 509 escaños, reducidos a última hora a 508 ante la muerte por infarto de un candidato. El resto corresponde a la circunscripción de Punjab y Assam, donde las elecciones han sido aplazadas a causa de la tensión local, y a un pequeño número de circunscripciones en las que la votación se celebra a finales de enero.

Las elecciones han registrado una violencia similar a la de anteriores comicios. Hasta el momento se han' producido 35 muertos y más de 300 heridos en los dos primeros días de votaciones, principalmente en los Estados de Bihar, Andra Pradesh, Uttar Pradesh y Bengala occidental. Sin embargo, como ha comentado el presidente de la Junta General Central, R. K. Trivedi, "en una democracia tan extensa como la India produce satisfacción el comportamiento del electorado, salvo en uno o dos Estados". A este respecto hay que recordar que en las elecciones de 1980 más de 20 personas resultaron muertas y que las víctimas en la elecciones regionales de los Estados se cuentan por docenas.