Agricultura ofrece impedir que los costes energéticos del sector suban por encima del 7%

El presidente del Fondo de Ordenación y Regulación de Producciones y Precios Agrarios (FORPPA) ofreció ayer a las organizaciones agrarias que los costes energéticos para el sector no suban por encima del 7% durante 1985, dentro las conversaciones que se mantienen para la fijación de los precios de garantía de los productos sujetos a regulación de campaña. Al tiempo, hubo una propuesta de subidas de precios por tramos.

Julián Arévalo, presidente del FORPPA, se comprometió ayer a que los inputs energéticos -costes de fuera del sector necesarios para la producción- no suban más del 7% durante 1985. Ello significa que, en conjunto, los precios de los fertilizantes (que suponen el 62% del total), gasóleo agrícola (27%) y electricidad (11%), no podrán superar el índice de precios al consumo previsto para el próximo año.Como quiera que los costes energéticos suponen aproximadamente un tercio del total de los costes en que incurren los agricultores, y dado que los salarios agrarios vienen creciendo por debajo de la media nacional, la oferta del Ministerio de Agricultura supone fijar una banda muy estrecha de crecimiento de los gastos agrarios para 1985.

El plan de fomento de producciones agrarias establecía una serie de disposiciones que condujeran al incremento de determinados productos considerados como prioritarios por la Administración, mientras que estimaba las medidas a realizar para la reducción de los excedentes existentes en otros productos.

Las diferentes subidas de precios de garantía que han tenido lugar en las dos últimas campañas, primando unos productos y castigando a otros, formaba parte de la adecuación anual de las producciones a los planes a medio plazo de la Administración.

Las carnes de vacuno, ovino y porcino, según este plan, verían incrementada su producción haciendo más atractivos sus precios finales y controlando los costes necesarios para su producción, en detrimento del consumo de aves. Esta decisión se tomaba en base a las posibilidades reales de la agricultura española y a los índices de consumo existentes en la CEE.

Tanto para lograr el aumento del consumo de esas carnes como para reducir en lo posible la dependencia de las importaciones de determinados cereales y componentes básicos de los piensos compuestos, así como para potenciar un cultivo sustitutivo del trigo, la Administración ha potenciado el cultivo de los cereales pienso y la liberalización del comercio del trigo autorizando su utilización para la alimentación animal.

Los precios de estos productos, sustitutivos de otros importados de elevado coste general para el economía del país, han crecido por encima de lo que lo han hecho la media de los precios de garantía. Productos como el girasol y la leche de vaca, con unos precios relativamente más elevados que los correspondientes en la Comunidad Económica Europea han visto como se tendía a unificarlos. Otros productos que, por el contrario, son competitivos en el Mercado Común, como el arroz y el algodón, han tenido subidas de precios mayores para potenciar el crecimiento de su cultivo.

Productos excedentarios

Por último, los productos excedentarios -aceite, vino y remolacha azucarera- con importantes problemas financieros de costes de almacenamiento y difícil salida en los mercados exteriores, a pesar de los contratos firmados en los dos últimos años, han conocido subidas de precios muy pequeñas como una forma más de reestructuración de estos sectores.Los nuevos precios de garantía van a mantener estos criterios y crecerán por encima de la media los de la cebada, avena, centeno y sorgo; en una proporción algo menor lo harán el trigo panificable y el maíz; en torno a la media estarán la leche de vaca, girasol, arroz y algodón; algo por debajo el azúcar, y bastante por debajo el precio del aceite de oliva.

Tendrán un crecimiento prácticamente nulo el vino y las leguminosas pienso, aunque estas últimas se encuentran sometidas a los contratos agrarios, lo que viene a significar su salida de la estructura de precios de garantía. La media de los precios estará en torno a dos puntos por debajo de la inflación prevista.