La situación de sequía reaviva el enfrentamiento entre Murcia y Castilla-La Mancha

El trasvase de agua del río Tajo al Segura, apoyado en una gran obra hidrológica a partir de una ley de 1971, ha ido siempre acompañado de polémica. Ésta se ha reavivado en los últimos tiempos entre las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Murcia como consecuencia de la sequía. Los murcianos dicen que el agua es necesaria donde hay infraestructura y condiciones climatológicas para emplearla, en función de una política de Estado. En Castilla-La Mancha se insiste en que no se puede hipotecar el desarrollo futuro de una región a la obligatoriedad de ceder una parte de sus aguas a otra.

Los rivales en el asunto del trasvase son claramente las regiones de Murcia y Castilla-La Mancha. Y en el caso de la última, especialmente su capital, Toledo. No obstante, son hasta seis las comunidades autónomas afectadas por el trasvase: se trata de Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha de una parte, pues por las tres pasa el río después de trasvasada el agua, y Andalucía, Murcia y Valencia, por otra, ya que reciben los caudales.Pero la guerra del trasvase, que ya dura años, se ha planteado tradicionalmente entre Murcia y Toledo, porque son las zonas para las que el problema constituye un elemento central de sus preocupaciones.

La sequía de los dos últimos años hidrológicos ha reducido las reservas de ambas cuencas y, mientras en Murcia hacía falta más agua para mantener los cultivos en las mínimas condiciones, en Toledo la contaminación procedente de Madrid que aporta el Jarama se hacía más evidente por el menor caudal del Tajo.

Ésta ha sido la razón que ha provocado el recrudecimiento de la polémica y ha hecho que el defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez, que recientemente ha visitado Toledo y Murcia, fuese invocado por unos y otros para garantizar su agua.

En Toledo, la lucha se agrupa fundamentalmente en torno a la Mesa para la Defensa del Tajo, popularmente conocida como mesa antitrasvase, impulsada por la Federación Local de Asociaciones de Vecinos, y en tomo a la cual se reúnen miembros del PSOE, PCE, CC OO, UGT, Coalición Popular y, a veces, representantes del Gobierno autónomo.

El secretario provincial de CC OO en Toledo, Julio Herrera, que es uno de los miembros más activos de la citada mesa, indica que "lo que no se puede es limitar la utilización de los recursos hidráulicos de una cuenca". Añade que, "si bien en un momento determinado se puede determinar los excedentes, no se puede negar a la cuenca sus posibilidades de futuro".

Defensa de recursos hidráulicos

El consejero de Política Territorial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Gregorio Sanz, explica que la postura del Gobierno autónomo "no es opuesta al trasvase, sino de defensa de nuestros recursos hidráulicos". Mientras que, -señala el consejero-, en Murcia la participación del sector agrario en el producto interior bruto (PIB) es de un 9,8%, en Castilla-La Mancha es de un 16,3%. El porcentaje de la población activa dedicada a la agricultu ra es de un 28,2% en esta región, por encima del 23% de Murcia Añade que "hay que pensar más en el desarrollo regional equilibrado" y concluye: "Reconocemos que la plusvalía por metro cúbico puede ser superior en Murcia, pero hace más daño al agricultor manchego la detracción de un metro cúbico de lo que puede beneficiar al niurciano".

En Murcia, la presión popular a favor del trasvase y de que los volúmenes trasvasados se incrementen corresponde de forma generalizada a los amplios sectores de agricultores que reciben el nombre de regantes, que a veces acusan al Gobierno regional -del PSOE como el de Castilla-La Mancha y decidido partidario de que se cumpla la ley del trasvase-, de tibieza en la respuesta a lo que consideran provocaciones procedentes de Toledo.

El consejero de Política Territorial y Obras Públicas de Murcia, José Fuentes Zorita, señala que "el trasvase es un test para el Estado de las autonomías, pues hay muy pocos ejemplos de solidaridad interregional más claros que el aprovechamiento conjunto Tajo-Segura. Con la obra se ha pretendido que del agua que llueve en la cuenca del Tajo se saque el mayor provecho posible en todo el Estado español. Es algo que debe beneficiar a todo el mundo y no perjudicar a nadie".

"El agua no es de Toledo"

Para Fuentes Zorita, "es demencial la idea que subyace al planteamiento de que el agua es de Toledo, porque va contra la misma idea de Estado. Afortunadamente, la Administración del Estado entiende que el agua es de todos los españoles y la deben aprovechar todos sin perjudicar a nadie". Se calcula que eltrasvase va a regar en Murcia unas 40.000 hectáreas y se van a perder del orden de las 60.000 por el agotamiento de los acuíferos.