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CANARIAS

La familia de un recluso muerto en operación quirúrgica se querella contra la prisión y el hospital

La familia de Antonio Gutiérrez Rodríguez, un recluso de 18 años que falleció el pasado lunes en el hospital insular de Gran Canaria tras una operación de urgencia presentó ayer sendas querellas contra el médico de la prisión provincial de Salto del Negro, de Las Palmas, los doctores que operaron al preso y las autoridades penitenciarias y judiciales que presuntamente silenciaron el ingreso del paciente en el centro sanitario. La madre del joven fallecido, Isabel Rodríguez García, asegura que se enteró del internamiento de su hijo tres días después de que se produjese. Las querellas fueron presentadas por presunta negligencia profesional con resultado de muerte y por complicidad.La querella presentada contra el médico eventual de la cárcel, Pedro Crespo, que está sustituyendo al titular al encontrarse éste de vacaciones, se sustenta en una presunta desatención sanitaria. La familia del recluso denuncia a Crespo porque asegura que no atendió adecuadamente a Antonio Gutiérrez en la prisión. "Sólo le proporcionaba medicamentos para los gases estomacales, cuando las dolencias de mi hijo eran mayores y más graves", señaló su madre.

El director de la prisión provincial, Luis Sánchez, desmintió, sin embargo, rotundamente, a EL PAIS la versión que la madre del fallecido ha ofrecido públicamente. "No ha habido imprudencia ni negligencia", dijo Sánchez, "por parte de nadie. El 17 de diciembre comenzó a dolerle el estómago fuertemente y, dos días después, el médico consideró que había que ingresarlo en el hospital porque parecía que las dolencias eran graves. Antonio no quería ir al hospital, y yo mismo avisé a la familia para que conociera su estado". El recluso estaba cumpliendo una pena de un año de prisión por el robo de un reloj. No tenía antecedentes y se declaró inocente.

Por su parte, el subdirector y director en funciones del hospital insular, Carlos Araña, señaló que el joven recluso murió de "una hepatomegalia tremenda que se le formó en 48 horas, ya que tanto el hígado como el bazo se le inflamaron de forma desmesurada". Fue internado con dolores, pero "en estado de normalidad", según el informe médico. Tras análisis exhaustivos, los médicos decidieron intervenirle. El paciente se encontraba, incluso antes de la operación, en estado de coma hepático y clínicamente muerto. Falleció pocas horas después.

La familia Gutiérrez Rodríguez se ha querellado contra los doctores Sarmiento y Quevedo "porque operaron a nuestro hijo sin nuestro consentimiento". El director en funciones del hospital insular sefialó que no había otro remedio que operar, porque el estado se agravaba paulatinamente.

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