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GENTE

Antonio Masip,

alcalde de Oviedo, leyó un cuento escrito por él a los centenares de niños de la capital asturiana que acudieron a escucharle el sábado al festival infantil celebrado en la popular plaza del Fontán. El relato del alcalde está protagonizado por dos niños, Pelayo y Munia, que disponen de una llave mágica para tener acceso a las zonas más bonitas de la ciudad -verdes, peatonales y sin contaminación-, vetadas a los adultos. Enterados los mayores de este privilegio, intentan descubrir su secreto. Pero ante la amenaza, los pequeños hicieron un pacto con el alcalde, quien se comprometió a proteger el Oviedo maravilloso de los niños si éstos estrenaban una nueva actitud ante la vida, basada en la imaginación, la libertad y la no violencia.

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