El futuro incierto de las industrias navideñas

Tanto la industria del turrón como la del juguete, que se concentran mayoritariamente en las comarcas del interior de Alicante, han disminuido esta temporada su producción. Estas industrias, navideñas por excelencia, subsisten en buena medida por la identificación que todavía se produce entre el consumo de turrón y de juguetes para regalo y los días festivos de la Navidad española. La temporalidad ha invadido de lleno las fábricas de juguetes. La economía subterránea gana cada vez más terreno en este sector.

El turrón se vende cada vez menos. La disminución del consumo de este dulce comenzó hace aproximadamente tres años. Y la localidad alicantina de Jijona, por primera vez en su historia, puede perder este año el liderazgo de ventas. Otras regiones españolas compiten con Jijona y ofrecen el secreto de esta industria artesanal.Los fabricantes de turrón y mazapán han reducido este año su producción a 15.000 toneladas (12.000 toneladas de turrón y 3.000 de mazapán), cuando en 1983 produjeron 18.000 toneladas, de las que dejaron de venderse cerca de un 10%. Evidentemente esta disminución en el consumo de un producto tan típico de estas fechas es calificado por el presidente nacional de Fabricantes de Turrón, Roberto Soler, como "coyuntural".

La crisis aprieta

"Responde" afirma, "a la crisis económica general, pero no significa que peligre la industria turronera: la venta mágica de la Navidad se sigue dando. Lo que pasa es que nosotros tuvimos el año pasado un buen susto, y esta temporada hemos optado por unas ventas razonadas e inteligentes".

Lluís Garrigós, Alcalde de Jijona, persona ajena a la industria local pero conocedor profundo de la misma, no se muestra en estos momentos optimista sobre la situación de este mercado. "Hay factores generales, como el aumento del precio del turrón, este año de un 15%, y la tendencia a consumir productos bajos en calorías, que juegan en contra. Pero", añade, "existen otros factores específicos que pasan por la competitividad que se está dando en otras zonas del Estado español, como Toledo, donde la economía sumergida se ha esxtendido al sector, y permite sacar un turrón más barato, entre 100 y 200 pesetas menos el kilo de turrón en comparación con el que se produce en Jijona". ,

La tableta normal de turrón, tipo extra o suprema, tiene un precio en estas fechas navideñas entre 335 y 475 pesetas, según manifiesta Soler. "La subida del turrón ha sido inferior al índice de precios al consumo (IPC), según comenta el presidente nacional de los fabricantes.

Garrigás opina, sin embargo, que la situación "es seria y los sindicatos no son ajenos a la misma. Los fabricantes de esta localidad, en vez de unirse para defenderse de los de fuera, prefieren competir entre ellos". El alcalde de Jijona opina que la consecuencia inmediata de las condiciones laborales que se están dando en algunas fábricas de Toledo, frente a la temporalidad que rige en las de Jijona, es que este último pueblo puede perder el liderazgo de ventas al término de la actual campaña navideña.

En Jijona se emplean en la industria del turrón unos 3.700 trabajadores, cifra que se reduce a 700 empleados fuera de¡emporada. La mayoría se ocupa en otras industrias complementarias, principalmente la del helado.

El turrón continúa vendiéndose casi en su totalidad en el mercado nacional. Según recuerdan los fabricantes de la localidad, los intentos de exportarlo al gran mercado latinoamericano fracasaron hace unos años, "ante la bancarrota en que quedaron sumidos algunos países de Suramérica".

"Europa", dice Garrigós, "debe ser el punto de mira de núestra industria para asegurar el futuro. El Ayuntamiento de Jijona intentó hace meses iniciar una campaña conjunta con el Ayuntamiento de Benidorm en ferias internacionales. La idea era aprovechar la popularidad de esta localidad turística para ofertar nuestros productos y darnos a conocer. Pero la idea no parece que haya terminado de cuajar". .

Otros mercados potenciales para eí turrón de Jijona son los países árabes, donde el consumo de dulces y frutos secos se generaliza durante el mes de ayuno, el Ramadán, que observan los árabes una vez al año. "Éste podría ser un gran mercado ya que, además, este producto,es una herencia de los árabes. Una herencia que compartinios con numerosos pueblos de Italia y del sur de Francia".

Menos juguetes

El mundo del juguete también está atravesando por su particular crisis, que es diferente a la del turrón. Comparte con este producto la fiebre general que se respira estos días en las localidades alicantinas del interior. En la comarca de La Foia de Castalla se terminan de hacer los últimos vestiditos para las muñecas. Las mujeres cosen en sus casas estos complementos o recomponen las piezas de algunos juguetes. EL trabajo casero, que ha existido siempre, según Salvador Miró, director general de la Asociación de Jugueteros, se ha extendido los últimos años a pueblos de Albacete y de Almería.

Pero también han surgido los talleres, organizados, clandestinos, donde la fabricación de productos se realiza.a espaldas de la Administración. Ésta es la opinión al menos del sindicato CC OO, que denuncia el desarrollo de una economía sumergida en un sector que hasta ahora no sufría la temporalidad del turrón. Han cerrado conocidas fábricas, como Sanchís, Rico o Payá. Aunque esta última ha vuelto a reaparecer como cooperativa laboral. En el subsector de la muñeca han desaparecido firmas tan conocidas como Toyse.

Las ventas de juguetes este año disminuirán en España, según reconoce Miró. La producción prevista, sin embargo, se mantendrá por el aumento de la exportación. Se calcula que al terminar la temporada se habrán vendido 50.000 millones de pesetas en juguetes, de los que 10.200 millones de pesetas corresponderán a las ventas realizadas en el extranjero. En 1983 la exportación de juguetes fue de 6.800 millones de pesetas. Italia es el mercado donde las ventas este año han aumentado espectacularmente en un 276%. Le sigue EE UU, donde el aumento registrado ha sido del 187%. Francia continúa siendo el comprador principal del juguete español, ya que absorbe el 32% del total de las ventas al exterior.