Dos muertos y 16 heridos al descarrilar el expreso Barcelona-La Coruña

Dos personas resultaron muertas y 16 heridas, cuatro de ellas graves, en el accidente ferroviario ocurrido en la madrugada del sábado entre las localidades riojanas de Fuenmayor y Cenicero, a unos 18 kilómetros de Logroño, al descarrilar el último vagón del expreso Barcelona-La Coruña por causas que todavía no han sido determinadas. El accidente, ocurrido sobre las 2.30 horas, se produjo en una zona en curva con un radio reducido, en la que la velocidad máxima para los trenes está limitada a 70 kilómetros por hora.

Las víctimas mortales de este accidente han sido el soldado gallego José Freijoó, que cumplía el servicio militar en Tarragona, y Pedro Sánchez, de 32 años, residente en Zaragoza. Ambos ingresaron ya cadáveres en la Residencia de Logroño. Cuatro de los heridos se encuentran en estado grave, mientras que otros cinco fueron dados de alta ayer mismo.En esta misma zona descarriló el pasado mes de septiembre el expreso Sol de Levante, que hace el recorrido entre Bilbao y Alicante, sin que en aquella ocasión hubiera que lamentar víctimas. Juan Luis Ruíz, director general adjunto de Renfe, que se presentó en el lugar del accidente pocas horas después de ocurrir éste, ha señalado que aquel caso no tiene nada que ver con el actual. "El accidente del Sol de Levante se debió a un fallo del material rodante, no a un defecto de la vía, por lo que hay que descartar la incidencia de la curva".

La inspección general de Renfe todavía no ha facilitado ninguna explicación oficial sobre las causas del descarrilamiento de ayer, señalando que se investigan tanto el estado de la vía como del material rodante y las condiciones de circulación. "Si tomamos las estadísticas", ha añadido el director general adjunto de la compañía, "se puede ver que en estos momentos el nivel de seguridad de Renfe es el mayor de toda su historia. Durante los dos últimos años no hemos tenido ningún viajero muerto dentro de nuestros trenes".

Rotura de un eje

Las primeras informaciones oficiales señalaban ayer por la mañana que el accidente se había producido por la rotura de un eje en el vagón de cola, aunque esta versión fue desmentida rotundamente por Renfe unas horas más tarde.

El tren expreso 923 Barcelona-La Coruña, estaba formado por la locomotora y 16 unidades, con una capacidad para 870 pasajeros, aunque se cree que viajaban en éste más personas de las que podían hacerlo sentadas. Todas las víctimas eran ocupantes del último vagón que quedó semivolcado, aunque no llegó a desengancharse del resto del tren.

Soldados de permiso

En el vagón accidentado viajaban principalmente soldados que acababan de obtener el permiso para pasar unos días de Navidad en sus casas. Según la versión de un soldado, que resultó ileso, el tren se balanceó hacia la derecha volcando el vagón en el que viajaban. El delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Urenda, ha añadido que el último vagón se salió de la vía, y chocó con violencia contra el pretil de un puente. Uno de los heridos, ha señalado que el vagón accidentado era uno de los antiguos modelos de Renfe, con los compartimentos más estrechos y los asientos más pequeños.

Entre los heridos figuran tres alumnos de la Academia de Suboficiales de Lérida y seis soldados del batallón de Ferrocarriles de Barcelona. Otros tres heridos civiles, dos hermanos y un amigo residentes en la localidad de Montblanc en Tarragona, iban a asistir al acto de jura de bandera de hoy en León.

Tras producirse el accidente, los empleados del tren pidieron ayuda, que llegó 45 minutos después, ya que, aunque la distancia desde el lugar del siniestro hasta la estación más próxima es de un kilómetro y medio, el lugar donde ocurrió del descarrilamiento es de difícil acceso directo, al existir un terraplén que desciende hacia el río Ebro.