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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Referéndum sin garantías

HOY TIENE lugar en Pakistán el referéndum convocado por el general Zia Ul Haq; es la primera consulta popular desde el golpe militar que, hace más de siete años, permitió al citado general hacerse con el poder. Pero el nombre de referéndum no puede engañar; se va a desarrollar en tales condiciones que sus resultados no ofrecen ninguna duda. Están cantados de antemano. Quizá el volumen de la abstención puede ser significativo. Pero la última medida del Gobierno suprimiendo el control de la documentación personal de los votantes deja el campo abierto a una arbitrariedad total en los resultados que las autoridades publiquen. Lo importante es averiguar las causas que pueden haber determinado la convocatoria de un referéndum precisamente en estos momentos y el papel que su celebración puede tener en las etapas futuras de la dictadura del general Zia. Conviene recordar que éste realiza su golpe militar, en 1977, para anular unaselecciones en las que el Partido Popular, dirigido por Ali Bhutto, había obtenido una gran victoria. Este partido había realizado reformas importantes y tenía raíces profundas en amplios sectores de la población. Prueba de ello es que, a pesar de la brutalidad de la represión desencadenada por el general Zia, empezando por la ejecución de Bhutto, la simpatía por lo que éste representó no se ha borrado. Con relativa frecuencia brotan acciones de protesta de los estudiantes, intelectuales, personalidades religiosas, sectores populares, etc.,La discriminación que sufren las poblaciones de las provincias de Sind, Beluchistán y frontera del Noroeste es, asimismo, un fermento de descontento y de actividades de oposición a la dictadura. Sometido así a diversas presiones, el general Zía ha tenido que prometer, en repetidas, ocasiones, que restablecería la Constitución y que organizaría elecciones. Promesas íncumplidas una y otra vez.El objetivo del referéndum es, a todas luces, mediante una apariencia de consulta, borrar las anteriores promesas. Esta vez se va a votar. Pero, ¿en qué condiciones? El referéndum asocia la confirmación de la ley islámica, vigente en el país, con la prórroga, por cinco años, de la dictadura del general Zia Ul Haq. De esta forma, el SI al referéndum se rodea de una especie de obligación religiosa. El dictador, en su campaña electoral, ha proclamado que votar NO es votar contra Allah y que la abstención es pecado. Se han estipulado penas de cárcel y multas para los culpables de incitar a la abstención. Si a esto se añade que los partidos de la oposición están prohibidos, que no existen libertades políticas, no es difícil suponer cuáles serán los resultados proclamados por el Gobierno. En ese marco, la promesa de celebrar elecciones en marzo del año próximo pierden mucho de su significación. Serán elecciones sin partidos y sin libertad, y que, en todo caso, no podrán poner en discusión el poder supremo del dictador, previamente confirmado en el referéndum. Por todo, ello, no sería lógico considerar la consulta que se celebra hoy como la apertura de un proceso democratizador.

Importantes factores internacionales determinan que el general Zia, a pesar de los aspectos represivos y antidemocráticos de su poder, pueda desarrollar relaciones, en condiciones muy favorables para él, con una serie de Estados de ideologías muy diferentes. En primer lugar, con China, en función de los conflictos con la India que tienen ambos países. Por otro lado, la invasión de Aiganistán por la URSS ha elevado sustancialmente la importancia de Pakistán para la política exterior de EE UU. Pakistán es el camino obligado de las ayudas exteriores a la resistencia afgana. La preocupación principal del general Zia es utilizar sus relaciones internacionales para reforzar al máximo su aparato militar. Siendo un país con una base industrial muy endeble, cuenta, sin embargo, con instalaciones nucleares, y no está descartado que disponga incluso de bombas atómicas. El fortalecimiento, por tanto, de la dictadura paquistaní no puede ser considerado como un factor de estabilidad en esa región; más bien lo contrario.

Salta a la vista la diferencia entre este referéndum sin libertad en el Pakistán y las elecciones parlamentarias democráticas que tendrán lugar dentro de breves días en la India. Quizá esta diferencia tenga sus raíces en los orígenes mismos de ambos Estados. El Pandit Neliru, cuando logra la independencia de la India, crea un Estado laico, pluralista, democrático, que aspira a ser marco de convivencia. Sin duda, posteriormente los choques violentos en diversas ocasiones han sido gravísimos. Pero, por encima de toda clase de obstáculos y dificultades, la India es una democracia pluralista, la mayor del mundo. Pakistán nace, en cambio, de una partición basada en el exclusivismo religioso para crear un Estado islámico. El integrismo cletical está anclado en su origen mismo. El actual referéndum se hace para reforzar, con las leyes islámicas, una dictadura militar y clerical a la vez.

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