Raúl Guerra Garrido, elegido presidente de la Asociación Colegial de Escritores
Raúl Guerra Garrido ha sido elegido, el pasado lunes, presidente de la Asociación Colegial de Escritores, puesto que estaba vacante desde el verano, tras la muerte del anterior presidente, el escritor Ángel María de Lera. En la nueva junta directiva están, entre otros, Isaac Montero, como vicepresidente, y Carlos Barral, Eduardo de Guzmán, Carmen Conde, Francisco García Pavón y Mercedes Salisachs, como consejeros. Andrés Sorel continúa siendo el secretario de una asociación que intenta ahora su relanzamiento.
Raúl Guerra Garrido hizo notar que una de las nuevas tendencias de la asociación es la de evitar la centralización, "como demuestra mi propio nombramiento". Raúl Guerra Garrido, nacido en Madrid hace 49 años, pero afincado en San Sebastián, fue premio Nadal 1976 por su obra Lectura insólita de 'El capital' y es consejero de Euskal Telebista.La Asociación Colegial de Escritores cuenta en estos momentos, según explicó Andrés Sorel, con "unos 1.000 asociados, y nuestros objetivos primeros son ahora impulsar el asociacionismo, intensificar las relaciones de esta asociación con la Administración y con otras agrupaciones extranjeras, mantener una mayor comunicación con todos los escritores -incluidos los no asociados- y propugnar el debate sobre la próxima ley de Propiedad Intelectual. Queremos organizar, para antes del verano de 1985, un congreso nacional de escritores".
La principal reivindicación de la asociación, según Guerra Garrido, es "el reconocimiento pleno por parte de la Administración", que ésta consiga tener el mismo "peso específico cultural que algunas asociaciones similares tienen en otros países". "Pretendemos", añadió, "que en todos los sitios donde se decida algo sobre el libro español esté la Asociación Colegial de Escritores de España".
Los escritores y TVE
Una de las batallas que también quiere plantear la nueva junta directiva de la asociación de escritores es negociar con Televisión Española para conseguir, como explicó Isaac Montero, "por una parte, una mayor intervención de los escritores españoles en las series dramáticas y, por otra, fomentar la difusión del libro". "Comprendemos", agregó Montero, "que la programación han de establecerla los directivos de TVE, pero creemos que vale la pena intentar alguna gestión a este respecto"."No vale con tener un programa en la segunda cadena sobre temas culturales en el que igual se hace una entrevista a un escritor como se ofrece un reportaje sobre una exposición de cuadros", dijo Isaac Montero. "En cuanto a la intervención de escritores españoles en TVE, se trataría de hacer algo de resistencia también al colonialismo que ejercen, fundamentalmente, las series norteamericanas".
Juan Mollá, asesor jurídico de la Asociación Colegial de Escritores, destacó cómo los tres caballos de batalla del anteproyecto de ley de Propiedad Intelectual, que el Gobierno está preparando, son el mantenimiento de los 80 años de derecho post mórtem del escritor, el establecimiento de un canon por editar obras del dominio público y la redacción de un efectivo procedimiento para el control de la tirada (véase EL PAIS del domingo 16 de diciembre).
El canon sobre obras del dominio público, por el que aboga la asociación de escritores, es un punto estrechamente ligado al problema de la seguridad social del escritor.
Andrés Sorel explicó ayer que entre las batallas que la asociación tiene como prioritarias se encuentran la lucha por conseguir para el escritor un régimen específico en la Seguridad Social, "ya que ahora se inscribe dentro del régimen de autónomos". "En Suecia", dijo Juan Mollá, "funciona un canon de bibliotecas; la gente paga por el uso. Dado que aquí sería imposible, porque se lee poco, creemos que debería ser el mismo libro o el Ministerio de Cultura el que pagase ese canon, que repercutiría en la seguridad social del escritor". "De esta manera", añadió Raúl Guerra Garrido, "desaparecería el paternalismo y no se volverían a dar casos tan tristes como el de Juan Antonio Zunzunegui o el reciente de Rosa Chacel".
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