Un congreso triunfalista

El 30º congreso del PSOE ha mostrado un partido dividido en la cuestión de la OTAN, pero unánime tras los actuales dirigentes. Y difícilmente podía haber alternativa política si no la había en las personas. Mientras el propio Felipe González ha dado repetidamente la cara en la defensa de su postura de que lo mejor es no salir de la OTAN, no ha habido grandes figuras para defender la alternativa contraria, ni siquiera argumentos de especial brillantez. Si a eso se añade la labor de captación y de convicción realizada por el vicesecretario general Alfonso Guerra en favor de las tesis oficiales, se comprenderá que lo que en comisión fue casi empate se convirtiera en el pleno en claro cuatro a dos.Los congresos de los partidos que gobiernan suelen ser triunfalistas y éste no ha sido excepción. Se entiende que si de algo tiene que estar orgulloso un partido es de lo que hacen en el Gobierno sus mejores hombres. Y así se llega a hablar de 100 años o, más modestamente, de que no han entrado en el COU los que traerán la alternativa al Gobie m-o del PSOE, unas frases que recuerdan errores de cálculo de la época de Suárez, si bien también es verdad que UCD no supo mantener en sus dongresos la unidad triunfante que ha conseguido este 302 congreso socialista. Con lo que, por el momento, haya o no haya alternativa de Gobierno, que éste es asunto que los electores dilucidarán en las urnas, no hay alternativa a los actuales dirigentes en el seno del PSOE.

17 de diciembre