Feliz celebración de cumpleaños

Nuevo Mester de Juglaría. Concierto.Teatro Cine Salamanca. Madrid, 15 de diciembre.

El Nuevo Mester de Juglaría celebraba con este recital madrileño su decimoquinto aniversario como grupo dedicado a investigar y difundir el folclor castellano. En ese tiempo ha dejado una larga y meritoria obra tras de sí, 10 álbumes de rigurosa calidad e infinidad de recitales y actuaciones que le han permitido contar con un público fiel y numeroso. Para la celebración dieron rienda suelta a su deseo de cantar, y durante casi dos horas y media ofrecieron jotas, pasacalles, paloteos, rondas, romances y toda la variada muestra de ritmos folclóricos castellanos.La pregunta fundamental ante un trabajo de recuperación folclórica es doble: ¿qué repertorio se recupera? y ¿cómo se recupera ese repertorio? Las respuestas pueden ser variadas, pero en cualquier caso resulta evidente que no todo el repertorio de la canción popular es recuperable. Hay en él canciones de muy escaso interés, por razones de contenido o de forma, temas racistas, machistas, belicistas, que no merecen ser recordados como otra cosa que datos sociológicos de las alienaciones de quienes las hicieron, composiciones simplemente malas que oídas en la actualidad no dejan mejor regusto que cualquier mala canción comercial. Por otro lado, una actitud meramente arcaizante en la recuperación no puede conducir sino a los libros de estudio o a los museos, nunca a un escenario.

Repertorio intachable

El Nuevo Mester resulta ejemplar en la solución que da a estos problemas: su repertorio es intachable, y su actitud artística plenamente actual dentro de una ortodoxia formal de la que no reniegan.

En la segunda parte interpretaron una versión de Los Comuneros, una obra sobre poemas de Luis López Álvarez, de equilibrada estructura, intensidad dramática, fluidez narrativa y variedad y riqueza musical, basada en ritmos tradicionales. Aunque la habían grabado hace años, en esta ocasión la ofrecieron ampliada, con la participación de un narrador, Pedro Piqueras, y las de Mariano San Romualdo, Silverio, excelente dulzainero; su hijo Mariano San Romualdo Agejas a la percusión, y el guitarrista Javier Charroalde como músicos colaboradores.

Un trabajo que indica por dónde puede ir la creatividad de un grupo que quiere plantar sus raíces en la tradición pero que también se plantea cómo continuar y llenar de contenido actual esa música tradicional. Un trabajo ejemplar en el que deberían insistir, tal vez alternándolo con sus grabaciones del repertorio folclórico.