Informaciones contradictorias sobre una eventual dimisión de Garaikoetxea

La división observada en el seno del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha quedado al descubierto este fin de semana tras la celebración de la asamblea que tuvo lugar el pasado sábado en Artea (Vizcaya), en la que la dirección del partido topó con la resistencia de los representantes guipuzcoanos, rieles a Carlos Garaikoetxea. Después de la asamblea han comenzado a circular informaciones contradictorias sobre una eventual dimisión del lendakari. Seguidores de éste declararon ayer a este diario que "no hay posibilidades de resistir" ya que ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo el lendakari "se ha quedado sin cartas en la mano".

A este desánimo ha contribuido especialmente la resolución adoplada por la dirección del PNV favorable a las tesis de las diputacioiles que provocó la indignación de los nacionalistas alineados con el Gobierno vasco. Carlos Garaikoetxea celebrará hoy una reunión extraordinaria con los miembros de su Gabinete en la que, podría adoptar "resoluciones trascendentales".Junto al malestar mostrado ayer por nacionalistas críticos frente a las resoluciones de la asamblea, circularon datos acerca de una hipotética dimisión de Carlos Garaikoetxea. Sin embargo, el lendakari ha declinado hacer declaraciones ya que deberá explicar, quizás en otra asamblea nacional a los militantes de su partido las razones por las que no se identifica con la resolución elaborada por la ejecutiva de su partido que fue aprobada por 33 votos, 15 en contra y una abstención.

Los militantes nacionalistas, a excepción de los representantes de Guipúzcoa, que apoyan las tesis del Gobierno vasco, delegaron, como estaba previsto, en la dirección del partido la resolución de la crisis interna. La propuesta encaminada a que el Euskadi Buru Batzar (Consejo Nacional del PNV) interviniera en el conflicto, fue presentada por el portavoz alavés Emilio Guevara.

Desbloquear la situación

En la redacción del texto que apoyaba las tesis de las diputaciones forales sobre la controvertida ley de Territorios Históricos, los alaveses instaban a la ejecutiva del partido a que desbloqueara la encrespada situación detectada entre el Ejecutivo que preside Carlos Garaikoetxea y los máximos representantes de las diputaciones.La ejecutiva del PNV presentó, poco después de la medianoche del sábado, su resolución que tan sólo fue aprobada por 33 votos y una abstención, ya que los 15 representantes de Guipúzcoa, alineados con el lendakari Carlos Garaikoetxea, votaron en contra. La ejecutiva del PNV, que aceptó el papel de árbitro encomendado por los alaveses y los vizcaínos para pronunciarse a favor de las tesis de las diputaciones, ordenó que "cada institución", es decir, Gobierno vasco y diputaciones", atienda a las obligaciones derivadas del reparto de competencias contenido en la ley de Territorios Históricos". Sin embargo, reconoce la capacidad que tanto el Gobiemo vasco como las diputaciones tiene para desarrollar programas de fomento en áreas que no sean de su competencia.

"Habrá de justificarse la necesidad de la actuación y su finalidad será la de complementar y no duplicar, en el territorio respectivo y en función de su situación diferenciada, la actividad general y principal de la institución titular de la competencia", señalaba el documento de la ejecutiva nacionalista. El EBB, además, precisaba que "el Gobierno y/o las diputaciones, antes de aprobar y ejercitar los referidos programas se comunicarán recíprocamente el contenido y presupuestos de los mismos".

La resolución de la ejecutiva del PNV, que obtuvo el voto negativo de los 15 representantes de Guipúzcoa, dejó al descubierto la profunda división que aqueja a la familia nacionalista, ya que su solución agradó a los partidarios de las tesis del Gobierno vasco. Fuentes nacionalistas alineadas con Garaikoetxea se mostrabaron muy críticas con la dirección del partido porque, en su opinión, había hecho caso omiso de las definiciones de las asambleas de base.