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Finalizó el congreso del partido en el gobierno

Nicolás Redondo duda de que el Gobierno esté' acertando "en el ritmo y en el rumbo"

El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, advirtió ayer al PSOE, implícitameute, en la clausura del 30º congreso del partido, sobre la posibilidad de que el Gobierno no esté acertando "en el ritmo y en el rumbo". El discurso de Nicolás Redondo, que levantó calurosos aplausos, constituyó una constante llamada al Gobierno para que no se descuiden los intereses de los trabajadores. El congreso se clausuró con la intervención de Felipe González, que aseguró que su partido ganará las próximas elecciones, previstas para 1986, y probablemente las siguientes.

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Redondo advirtió, de entrada, que los planteamientos de UGT y del Gobierno pueden y deben coincidir, aunque es difícil y "no basta la buena voluntad, sino que depende de la práctica diaria en defensa de los trabajadores". Agregó que en estos dos años ha habido "más dificultades de las que yo esperaba" entre el sindicato y el Ejecutivo, y dijo que lo mismo que UGT comprende la lógica del Gobierno, "tenéis que comprender la nuestra, para que las diferencias no lleguen a confrontaciones".Entre las dificultades que afronta UGT citó el paro, la pobreza y "la demagogia de otras centrales que llevan una política meramente vindicativa, no sindical, que lleva a una confrontación estúpida". "Pero también", añadió Redondo, "vemos incapacidad gerencia¡ y cierto grado de corrupción en las empresas públicas declaraciones truculentas e innecesarias que hablan de manera reiterativa del saneamiento ,económico, sin explicar más, y hacen dudar de si se acierta en el ritmo y en el rumbo".

Redondo consideró necesario que UGT pueda continuar su acción sindical "seria y responsable, que está siendo fundamental en la lucha contra la crisis y que no ha sido reconocida en todo lo que supone", y advirtió que está cristalizando una sociedad dual, en la que unos disfrutan de buenos salarios asegurados y otros no, lo que "nos puede llevar a una situación en la que puede estar en peligro la propia democracia".

Recordó a Felipe González la advertencia que este último realizó en julio de 1982 sobre el riesgo de que los cambios se hicieran de forma impresionante en la forma y no en el fondo, y agregó: "Las victorias electorales son importantes, pero las transformaciones no se conseguirán sin la participación de los trabajadores. No basta una mejor gestión de la crisis".

Redondo terminó reclamando el derecho de UGT a participar en la empresa pública y en las decisiones económicas, y prometiendo que el sindicato seguirá practicando una política de responsabilidad como la que llevó a la firma del Acuerdo Económico y Social, "el mejor que hemos tenido". Le había precedido en el uso de la palabra el secretario general de las Juventudes Socialistas, Javier de Paz, quien dijo: "Compañero Boyer, conocemos las dificultades, pero hay que hacer un esfuerzo" para dar soluciones urgentes al paro, especialmente al juvenil.

"150 años de caciquismo"

Tras la proclamación de los órganos de dirección, el secretario general, Felipe González, cerró la sesión con

un llamamiento a la unidad del partido, basada en la libertad de discusión y el sometimiento a las decisiones mayoritarias. El líder socialista dijo que comprende la impaciencia, pero explicó que dos años sólo son una gota de agua frente a 150 años de injusticia y caciquismo. La sesión, comenzada con un cerrado aplauso a la viuda del senador Enrique Casas, asesinado por ETA, terminó con el canto de La Internacional.

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