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Una quincena de heridos al reprimir la policía una marcha contra la tortura en Madrid

Una quincena de personas resultaron heridas y otras ocho fueron detenidas anoche, posteriormente puestas en libertad sin cargos, al dispersar la Policía Nacional la marcha autorizada contra la tortura celebrada en Madrid, según informaron los organizadores. Diversos asistentes denunciaron en llamadas telefónicas a este diario la contundencia empleada por la policía, a quien acusaron de haber cargado cuando ya se iban a disolver, así como de haberse empleado a fondo con las porras y haber arrastrado por los pelos a manifestantes caídos y haberles insultado.

Según los manifestantes, la intervención policial se produjo en la plaza de Jacinto Benavente cuando el abogado Fernando Salas procedía, en medio del silencio de los congregados, a pronunciar un discurso para dar fin a la misma. En ese instante, la fuerzas policiales allí destacadas, sin previo aviso, comenzaron a cargar y lanzar botes de humo, según dicha versión. Elvira González Requeral, una de las manifestantes, Valdez asegura haber sido asida por los pelos y arrastrada por un agente que repetidamente la calificó de "hijaputa".La agencia informativa Franco Presse matiza esta versión y apunta que los manifestantes -500 según la Policía; 5.000 según los convocantes- lanzaron diversos proyectiles contra las Fuerzas del Orden y que éstas respondieron lanzando botes de humo. Según un portavoz policial citado por Efe, los manifestantes atacaron con palos a los agentes.

Minutos antes de este choque, las fuerzas policías hicieron ver a los organizadores de la marcha quelos lemas coreados no se ajustataban a lo provisto, pues algunos de los asistentes vitoreaban a ETA y denostaban al ministro del Interior -"todos al suelo que viene Barrionuevo". Los organizadores según su versión, desde ese momento consiguieron que el único lema coreado fuese "aquí se tortura", eje de la protesta convocada por la Comisión Permanente contra la Tortura del Grupo de Abogados Jóvenes de Madrid.

Miembros de esta comisión proyectaba anoche presentar denuncia ante un juzgado de guardia contra los responsables de la carga policial. Entre los ocho detenidos figuraban Carmen Castán Belmonte y Carmen Molina Jiménez, hija y viuda, respectivamente del policía nacional José Manuel Castán, fallecido en marzo de este año a consecuencia de los supuestos malos tratos que sufrió tras ser detenido en diciembre de 1983.

En la comisaría del distrito de Retiro, adonde fueron conducidos los detenidos, no se facilitó ningún dato sobre los motivos de su arresto. Las casas de socorro de Centro y Retiro reconocieron haber, atendido a una quincena de manifestantos lesionados, aunque declinaron dar más datos.

Fuentes de los organizadores de la protesta manifestarón, que entre los lesionados figuraban el abogado y miembro de la comisión contra las torturas Fernando Salas, quien presentaba lesiones en la rodilla y en un ojo, fruto de vanos porrazos, según esta versión. Siempre según estas fuentes, María Victoria Carretero sufría rotura de una costilla, al haber sido golpeada por una metralleta. Numerosos heridos presentaban hematomas y contusiones en la cabeza, extremidades y región lumbar.

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La manifestación había comenzado a las ocho de la tarde en la plaza de Antón Martín. El despliegue policial por las calles, adyacentes a la manifestación fue considerable, incluyendo agentes a caballo y numerosas furgonetas, además de unidades antidisturbios.

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