Alfonso Guerra piensa que el PSOE no será nunca un partido socialdemócrata
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, piensa que la "etiqueta socialdemócrata" no podrá aplicarse al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ni en el 30º congreso federal, que se inicia el próximo jueves en Madrid, el primero que se celebra desde que ejerce el poder, ni en otros congresos sucesivos del partido gobernante. Guerra añade, en una entrevista que publica hoy este diario, que "a mi juicio, las voces que piden hacer del PSOE un partido socialdemócrata no van a ser nunca las conductoras del partido". Economía y OTAN serán los temas más conflictivos del congreso.
El PSOE celebra esta semana su primer congreso desde que llegó al poder y el quinto desde que en 1974, en la localidad francesa de Suresnes, se realizó la renovación del partido y Felipe González fue elegido secretario general. Este 30º congreso se considera decisivo dentro de la propia dirección socialista y tendrá tres vertientes principales: la política económica desarrollada en su primer bienio por el Gobierno, la permanencia en la Alianza Atlántica y el reparto del poder dentro del partido.La presencia o no de Carmen García Bloise, actual secretaria de organización, en la próxima ejecutiva, que pasará de 25 a 17 miembros, será una de las más difíciles decisiones que Felipe González tendrá que tomar. Su participación en algunas maniobras efectuadas por José Rodríguez de la Borbolla, presidente andaluz, le han valido serios encontronazos con el secretario de imagen del partido, Guillermo Galeote.
La corriente crítica Izquierda Socialista llevará al congreso una lista alternativa a la ejecutiva oficial, elaborada personalmente por Felipe González, por si circunstancias "imprevisibles" obligaran a su presentación. Dirigentes de la misma recuerdan el vacío de poder que se produjo en el 28º congreso con la dimisión de Felipe González. La dirección del PSOE espera de Nicolás Redondo, secretario general de UGT, una dura intervención contra la política económica del Gobierno. Redondo ha aglutinado muchas adhesiones a su voto particular, que pide el referéndum sobre la OTAN.
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