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Pertini respalda a Craxi para evitar la crisis

Juan Arias

El presidente de la República Italiana, Sandro Pertini, acaba de echar un buen capote al jefe del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, que se encuentra acosado por una oposición comunista que no cesa de pedir la renuncia del Gabinete. Tras el largo coloquio mantenido con el anciano jefe del Estado, Craxi hizo ayer unas declaraciones en las que afirmó que Pertini le ha animado a "garantizar la estabilidad política que necesita el país".

Craxi dijo que sólo habrá crisis de Gobierno si se presenta una moción de censura contra su Gabinete y éste pierde la votación. El primer ministro socialista dio públicamente las gracias al presidente de la República por el respaldo demostrado. En otras palabras, Pertini, personalmente, está en contra de que se produzca una crisis de Gobierno en este momento y apoya plenamente la reforma fiscal del ministro republicano Bruno Visentini, que ha sido ya aprobada por el Senado y está en discusión en la Cámara baja, donde es probable que se enfrente a mayores dificultades.Para Craxi, esto puede suponer pasar el Rubicón del llamado semestre blanco, es decir, los seis meses anteriores a la elección de jefe del Estado, durante los cuales no se pueden disolver las Cámaras. Este semestre blanco empieza a comienzos de enero. Si resiste hasta entonces el Gobierno Craxi, se mantendrá hasta las elecciones administrativas, que han sido fijadas para el 12 de mayo. El primer Gabinete italiano presidido por un socialista superaría así el récord de duración de los Gobiernos de la República, cuya media de vida es de 10 meses. Entre tanto, Craxi tiene a su favor un descenso importante de la inflación -que ha pasado de un 16% a casi un 10%- y del número de desempleados -que se ha visto reducido en medio millón- durante su período de gobierno. Por otra parte, ha sido muy intensa en estos últimos meses la actividad internacional de Craxi, que ha viajado a Egipto, Arabia Saudí, Argelia y, desde ayer, a Túnez.

Los mayores problemas del primer ministro socialista se encuentran en las diferencias de la coalición de cinco partidos, algunos de los cuales temen que se afiance demasiado el protagonismo de Craxi. Otros tienen cierta prevención ante la posibilidad de que, para competir con los comunistas, Craxi pueda exigirles sacrificios electorales, con la adopción de medidas impopulares, como la actual reforma fiscal, que tanto miedo da a democristianos y socialdemócratas.

Pero Craxi es un hombre terco que no se deja amedrentar fácilmente y también optimista por naturaleza, lo cual le ayuda a no valorar demasiado los ataques de sus enemigos. Por ello, cuando se refiere a las continuas alarmas sobre presuntas crisis en su Gabinete, suele decir: "Basta no leer los periódicos para que no se produzca la crisis". Quiere decir con ello que las crisis se las inventa la Prensa.

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