El Banco Hispano Americano no repartirá dividendos y destinará sus beneficios a sanear el Urquijo-Union
Por primera vez, un gran banco español no repartirá dividendos. El Hispano Americano, tercera entidad financiera del país, anunció ayer que no repartirá los beneficios correspondientes a este ejercicio a sus casi 300.000 accionistas. El Banco de España hacía público un comunicado calificando la medida de "adecuada y responsable". Paralelamente, el Banco de Bilbao anunciaba el aumento de su dividendo a cuenta de 1984. Por último, fuentes cercanas a la autoridad monetaria declaraban que "ningún otro gran banco dejará de repartir los dividendos de este año, aunque su cuantía estará en función de los beneficios".
, Esta declaración cortaba los insistentes rumores de que otras entidades financieras seguirían la senda del Hispano americano. Éste, anunció en la tarde de ayer que "no pagará los dividendos" correspondientes al ejercicio en curso. El consejo de administración de la entidad, reunido ayer, decidió que los beneficios de 1984 -que según una nota oficial de la entidad ascendieron a más de 25.000 millones de pesetas- se destinen integramente a saneamientos, principalmente del Banco Urquijo-Unión, si la junta de accionistas ratifica esta decisión. El Banco de España señaló en un comunicado que la decisión del Hispano es "adecuada y responsable".La nota del Hispano Americano afirma que "ante la necesidad de robustecer la capitalización de su grupo y completar el proceso de saneamiento del Banco Urquijo-Unión, actualmente en curso, de" acuerdo con el programa en su día establecido por el Banco de España, ha apreciado la necesidad de destinar la totalidad de los resultados de explotación de 1984, estimados en más de 25.000 millones de pesetas, a dotación para saneamientos y en su consecuencia, que el banco no debe repartir dividendos con cargo a los expresados resultados".
El banco atribuye los problemas por los que está atravesando su grupo, entre otras cuestiones, a Ia aparición de diferencias patrimoniales, no puestas de manifiesto cuando se produjo la toma de control de los bancos por el Hispano, hacen necesarios todos estos esfuerzos".
"El proceso de saneamiento se ha visto seriamente afectado por la fuerte baja de los tipos de interés que han dado lugar a que los apoyos financieros recibidos estén produciendo resultados inferiores a los previstos y acordados en el momento de la adquisición". El comunicado añade que "esta decisión tomada en base a los criterios de la más prudente administración se complementa con la necesaria revisión y puesta al día del programa de apoyos financieros establecidos para la recuperación del Banco-Unión y del Banco Urquijo. Con estas medidas se resuelve de forma definitiva la operatividad y rentabilidad del primer banco industrial del país".
El presidente de la patronal bancaria (Asociación Española de Banca Privada), declaró en una improvisada conferencia de prensa, que al Banco Hispano Americano "no le ocurre nada" y que quien tiene "problemas es el Banco Urquijo, que es propiedad casi total del Banco Hispano". Rafael Termes destacó en sus manifestaciones que los grandes bancos nacionales "están dispuestos a apoyar la solvencia y la liquidez del Banco Hispano" en el caso, improbable en su opinión, de que se produjeran movimientos de retirada de fondos. El banquero señaló, en cualquier caso, que la cifra de resultados obtenida por el Hispano en este ejercicio -en torno a 25.000 millones de pesetas- es similar a la del año pasado, lo que, admitió, significa un cierto parón en la actividad propia del Hispano, al margen de los problemas del Urquijo.
El Banco de España manifestó, en un comunicado emitido minutos después de que el Hispano hiciese público el suyo, que viene recomendando a los bancos la máxima prudencia en la distribución de beneficios, y que consideran que la decisión del Banco Hispano Americano de dedicar sus resultados del año 1984 al saneamiento del Banco Urquijo-Unión, es una decisión adecuada y responsable.
El Bilbao aumenta el dividendo
"Como cabeza de un importante grupo bancario y financiero, es lógico que el banco asuma la responsabilidad de dedicar sus propios beneficios a mejorar la capitalización global del grupo, visto el proceso de saneamiento de su filial Banco Urquijo-Unión, que se ha retrasado por la baja de los tipos de interés en el mercado. A juicio del Banco de España, la supresión del dividendo es una decisión que forma parte de la estrategia gerencial de toda entidad que, aunque tal medida no ha sido habitual en España, si se ha tomado en otros grandes bancos extranjeros para potenciar su actividad futura.
El Banco de Bilbao, con la autorización del Banco de España, anunció ayer -poco después de las notas del Hispano y del Banco de España- el reparto de un dividendo a cuenta del ejercicio de 1984, que se repartirá el próximo 29 de este mes, de 62,5 pesetas, 2,5 pesetas más que el año pasado. Fuentes de este banco señalaron que el Bilbao reparte el dividendo en dos veces, una a final de año y otra tras la celebración de la junta general, que suelen ser similares en su cuantía.
El Banco Hispano y el presidente de la patronal destacaron ayer que los problemas del Urquijo son producto tanto de la detección de casos no percibidos en el momento en que se establecieron las ayudas del Banco de España al proceso de saneamiento del Urquijo, como de la reducción de los tipos de interés que ha tenido lugar en los últimos meses y que ha hecho disminuir la rentabilidad media de dicho banco.
Para Rafael Termes el problema hay que encuadrarlo en el hecho de que el Banco Hispano, al ser el principal accionista del Urquijo en 1982, tuvo que hacerse cargo de su saneamiento, con ayudas oficiales que han demostrado ser insuficientes. El Banco Urquijo, por su tamaño, era demasiado grande para el Hispano. Para Termes este problema no es trasladable a ninguna otra entidad bancaria que haya absorbido a bancos en crisis y, por tanto, no debe tener ninguna repercusión sobre el conjunto del sector.
El presidente de la patronal entiende que se puede continuar con el saneamiento del Urquijo mediante la dedicación de todos los excedentes generados en el ejercicio que se cierra ahora por el Hispano al Urquijo y mediante una revisión de todas las ayudas recibidas por el Banco de España.
