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España era uno de los puntos de partida del tráfico de armas descubierto en Italia por el juez Palermo

España, por mediación de la organización seudomasónica Loggia Propaganda Due (P-2), sirvió de punto de partida para una operación de tráfico de armas con destino a países africanos y asiáticos, entre ellos Arabia Saudí y Qatar. Las armas españolas eran pistolas Star y revólveres Astra, fabricados por Bonifacio Echevarría, SA, y Astra-Unceta y Compañía, SA, con factorías en las localidades vizcaínas de Eibar y Guernica, respectivamente, así como otro tipo de armas cortas sin determinar, de la fábrica Llama Gabilondo y Cía., con sede en Vitoria.

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El sumario está servido

En esta operación, encubierta legalmente, participaron los italianos Renato Gamba y Glauco A. Partel y el sirio Heriry Arsan, implicados en el llamado sumario de Trento, consistente en una investigación judicial que ha puesto al descubierto en Italia un escándalo político-financiero con conexiones con el tráfico de heroína y de armas de guerra.En este sumario salen a relucir nombres que van desde Ali Agca, el autor del atentado contra el Papa en Roma, hasta el coronel Muammar el Gaddafi, líder libio, pasando por supuestas financiaciones procedentes de negocios oscuros al sindicato polaco Solidaridad y al Partido Socialista ltaliano (PSI). Ningún organismo oficial ni ningún partido político español aparecen en el sumario.

Las investigaciones judiciales, iniciadas hace cuatro años por el juez de Trento (norte de Italia) Carlo Palermo, terminaron recientemente, y en lo que se refiere a España son inconclusas y sólo ofrecen pistas en la mayor parte de los casos difíciles de demostrar o, en todo caso, esclarecer, según ha podido constatar un enviado especial de este periódico en Trento. Se da la circunstancia de que la mayoría de los datos obtenidos sobre España fueron proporcionados, mediante interrogatorio judicial, por el procesado Arsan, que falleció hace dos años en una prisión de Milán.

Ni el Ministerio del Interior ni las autoridades judiciales de España han sido requeridos por Palermo para ampliar la investigación, por lo que se sospecha que el apartado español del sumario, especialmente el referente al tráfico de armas cortas, quedará congelado. Tampoco Palermo, a diferencia de lo hecho con otros países, ha visitado España para tratar de esclarecer las supuestas conexiones internacionales de este escándalo.

La investigación ya concluida por Palermo depende ahora judicialmente de la Cámara de Apelación de Venecia. De los 37 procesados tanto por tráfico de estupefacientes como por supuesta venta ilegal de armas sólo uno se encuentra en prisión. Del resto, 33 están en libertad provisional, dos han muerto y uno consiguió evadirse de la cárcel. Mientras que a otros países supuestamente implicados se les imputa el tráfico de material de guerra, desde fragatas o misiles de la clase Exocet a helicópteros de ataque o carros de combate alemanes tipo Leopard, lo referente a España se centra solamente en una partida de 6.000 armas cortas cuya fecha de adquisición, comprador y destino no aparecen reflejados en el sumario.

Enfrentado a Craxi

Palermo es un joven juez enfrentado al presidente del Gobierno italiano, el socialista Bettino Craxi, a quien ha tratado de implicar, junto a su cuñado Paolo Pillitieri, en este tráfico de armas y estupefacientes. A Pillitieri, casado con una hermana de Craxi, se le vincula al financiero italiano Ferdinando Mac Palstein. Según las investigaciones de Palermo, Mac Palstein había supuestamente financiado al PSI con comisiones procedentes del tráfico ilegal de armas.Craxi, amigo personal de Felipe González, calificó el pasado mes de febrero estas imputaciones de Palermo de "hipótesis inconcebibles, absurdas, ofensivas y desprovistas de todo fundamento". El cuñado de Craxi, que es diputado del PSI, fue acusado también de estar implicado en supuestas corrupciones sobre la construccción de apartamentos en Hammamet (Túnez), donde posee una casa de descanso el primer ministro italiano.

El juez Palermo ha situado a España, junto a Estados Unidos, Australia, Francia, la República Federal de Alemania y el Reino Unido, en el punto de partida del tráfico ilegal de armas que se supone ha descubierto. Según este juez italiano, las armas eran extraídas de estos países, por influencia de la P-2, a través de los citados Arsan, Gamba y Partel. El destino eran 17 países de África y Asia, entre ellos los ya citados Arabia Saudí y Qatar, donde se enviaron armas cortas españolas, así como Israel, Yemen del Sur, Siria, Irán, Irak, Libia, Suráfrica, Somalia y Líbano.

Medios judiciales italianos consideran una "buena investigación" la realizada sobre el tráfico de estupefacientes, que pone al descubierto conexiones entre traficantes turcos e importantes elementos de la Camorra napolitana, como Raffaele Cuttolo, o de la Mafia siciliana, como Antonio Badalamenti, recientemente enviado por España a Estados Unidos previa aprobación de su extradición. Sin embargo, esos medios mantienen fuertes reservas sobre la investigación del tráfico de armas, ya que es "difícil encontrar delito donde existen operaciones que se presentan como legales".

El tráfico de armas desde España a través de ciudadanos italianos no es ninguna novedad para los especialistas policiales españoles, ya que en los últimos tiempos se han detectado algunas operaciones en las que generalmente han participado elementos de extrema derecha. Antes de la restauración del régimen democrático, Madrid era un centro de atracción de los traficantes, ya que en algunos casos tenían cierta cobertura legal para realizar las operaciones. Esto fue lo que ocurrió en la década de los sesenta con el ex coronel fascista italiano Antonio de Oliva, que adquirió una partida de subfusiles de asalto cetme en una operación que se fraguó en Madrid.

En aquella ocasión, el ex coronel De Oliva, genovés que realizaba frecuentes viajes a Argel, obtuvo estos cetme gracias a la colaboración de un alto jefe del desaparecido Estado Mayor Central español. Las armas fueron destinadas a la guerrilla kurda y De Oliva, tras la compra, consiguió que las autoridades españolas le retiraran la consideración de persona no grata, que había recibido por colaborar con Marruecos en la guerra que precedió a la pérdida de la colonia de Ifni.

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