Sukeaki Sakuta,

un profesor de ingeniería japonés, ha inventado una lavadora ultrasónica que quita las manchas sin necesidad de jabón, con lo que tiene contentos a los fabricantes de detergentes. Los nipones ya no tendrán que decirles a su amiga Mari Pili y a su vecina Consuelo que los polvos que usan lavan más blanco, porque la nueva máquina aprovecha la denominada cavitación, que surge cuando los líquidos son atravesados por ultrasónicos y aparecen burbujas de aire en la trayectoria de las ondas sonoras, con lo que entran en acción química, que estimula el proceso de oxidación. El precio de esta lavadora, que saldrá al mercado el año próximo y no hace apenas ruido, será similar al de las convencionales existentes en Japón, la mayoría de turbina.