'Los Tarantos', amor entre gitanos
"Puede afirmarse sin temor a cahierismos que Los Tarantos es Carmen Amaya", decían en su crítica de Nuestro Cine Jesús García de Dueñas y Claudio Guerín Hill, sintetizando un entusiasmo que fue general: "A sus comprobadas dotes para el baile esta mujer extraordinaria une un insospechado talento dramático". La película de Rovira Beleta fue así, ante todo, el redescubrimiento tardío de una estrella cuya vinculación con el cine español fue siempre escasa. Aunque en los años treinta interviniera en María de la O y La hija de Juan Simón, sus interpretaciones cinematográficas se desarrollaron primordialmente en América. Murió poco antes del estreno de Los Tarantos sin llegar a conocer la repercusión de su éxito.Los Tarantos, filmada en 1963, se inspiró en el texto teatral de Alfredo Mañas La feria de los Tarantos, aunque de él "sólo queda el argumento en su acepción más esquemática, algunos diálogos y el aspecto más externo y espectacular del sugestivo mundo de los gitanos", según la versión de los críticos citados. Los Tarantos, pues, narra la historia de amor entre Rafael y Juana (Daniel Martín, cuya aparición fue celebrada como un descubrimiento, y Sara Lezana, también primeriza), que deben enfrentarse a sus respectivas tribus, los Tarantos y los Zorongos, enemigos históricos. Un Romeo y Julieta trasladado al mundo gitano de un barrio barcelonés que Rovira Beleta describió con eficacia, intercalandó los números de baile sin interrumpir la acción, como "un elemento más de progresión dramática", según Ángel Pérez Gómez.
Los críticos más jóvenes de 1963 escamotearon, sin embargo, su entusiasmo, reprochando a Rovira Beleta excesiva pulcritud formal en menoscabo de una mejor inspiración personal. El cine "típico que no sea tópico" pretendido por el autor convirtió Los Tarantos, ajuicio de algunos, en "un filme barroco y un tanto retórico", y de otros, -en una película "de simbología fácil, con un mundo poético trasnochado y dulzón"; en este sentido se señalaba el beso submarino como "un precedente fundamental de cursilería en la historia del cine".
A pesar de estos parciales juicios negativos, Los Tarantos tuvo una excelente acogida de público, fue finalista para el óscar extranjero de aquel año (que obtuvo Fellini con su Ocho y medio) y se repuso con carácter de estreno en vanas ocasiones. A la emoción de la historia se añade no sólo la sorprendente intervención de Carmen Amaya, sino también la de un conjunto de jóvenes actores desconocidos (entre ellos Antonio Gades), apoyados en la veteranía y sensibilidad de Margarita Lozano y Antonio Prieto.
Los Tarantos se ha seleccionado para ilustrar un coloquio sobre folklóricas titulado Qué sabe nadie, en el que intervendrán, junto al crítico musical José Miguel Ullán, Lola Flores, Paquita Rico y Marifé de Triana. Curiosamente, el filme de Rovira Beleta intentaba apartarse de las constantes habituales del cine folklórico. En palabras del entonces director general de cine José María García Escudero, el autor "pretendía dar una imagen, del tipismo español, sin recurrir a la España de la pandereta".
Los Tarantos se emite hoy a las 19.30 por la segunda cadena, dentro del espació 'La clave'.
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