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NECROLÓGICAS

Trygve Bratteli

La muerte de Trygve Bratteli (véase EL PAÍS del día 21 de noviembre), aunque esperada desde que la semana pasada ingresara en un hospital de Oslo por una embolia cerebral, provocó un generalizado sentimiento de pesar en Noruega y demás países nórdicos. La figura de Bratteli era querida y respetada tanto por su destacada carrera política como por su aureola de luchador antinazi, que le significó tres años de prisión en un campo de concentración del que sobrevivió milagrosamente, y por su identificación con los trabajadores noruegos. Surgido el mismo de un hogar de trabajadores y con pocas posibilidades de estudiar, Bratteli fue un típico autodidacta formado en la escuela de la vida y en las luchas populares. Así llegó a primer ministro en dos oportunidades por el Partido de los Trabajadores de Noruega, en los períodos de 1971-1972 y 1973-1976. Durante su primer período fue cuando se planteó el tema del ingreso de Noruega en la Comunidad Económica Europea, que fue plebiscitado con un resultado desfavorable para la posición de Bratteli, partidario del ingreso en la CEE, lo que determinó su renuncia. Antes había alcanzado popularidad y prestigio en el movimiento obrero y posteriormente desempeñado los cargos de ministro de Finanzas, en 1951, y de Comunicaciones, en 1960.En 1975 presentó su solicitud de renuncia del cargo de primer ministro, del que se alejó, pero manteniéndose en la actividad política como líder del grupo parlamentario de su partido, donde fue árbitro cada vez que se suscitaron divergencias internas. Apoyó la candidatura de una mujer, Gro Harlem Brundtland, como presidenta del partido y luego para el cargo de primer ministro durante el último período de gobierno socialdemócrata.

De su paso por el campo de concentración nazi nació un libro, Preso en la noche y la bruma, publicado en 1981 y del que en Noruega se vendieron más de 100.000 ejemplares.

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