El Gobierno creará un gabinete de crisis para conflictos exteriores graves
El Gobierno español creará en los próximos meses un gabinete de control de crisis que, en caso de producirse un conflicto armado, podrá convertirse en el gabinete de guerra, según informan fuentes del Ministerio de Defensa. España, en contra de lo que ocurre en los países occidentales avanzados, no cuenta con programas o sistemas de coordinación interministerial programada para atajar las consecuencias que pueden derivarse de incidentes con otros países. La elaboración de sistemas de control de crisis está incluida entre los objetivos de la Directiva de Defensa Nacional, dictada por el presidente del Gobierno.
Una veintena de altos cargos civiles y militares realizan estos días en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) un curso monográfico sobre el Control de Crisis, con el fin de obtener unas primeras conclusiones básicas sobre la elaboración del correspondiente programa guberna mental. El curso, que tendrá una duración de tres o cuatro meses ha sido preparado por la escuela de Altos Estudios Militares (ALEMI).La mitad de los asistentes son generales y coroneles de los tres Ejércitos, y el resto son altos cargos de los departamentos de Defensa, Asuntos Exteriores, Presidencia, Economía y Hacienda, Industria, Interior Transportes y Agricultura. Es probable que, dentro del curso monográfico del CESEDEN, los asistentes al mismo realicen un viaje a un país europeo para conocer otras experiencias en el extranjero. El miniconsejo estaría formado por los titulares de los ministerios citados, presidido por el jefe del Ejecutivo.
Los técnicos del Ministerio de Defensa que han estudiado el problema describen la crisis como "la situación de anormalidad que puede amenazar los intereses nacionales y puede desembocar en unas hostilidades". Una vez producido un incidente de gravedad con otro país, se deben tomar, según estos teóricos, una serie de medidas ministeriales coordinadas de carácter político y económico, en una primera fase, y de carácter militar o civil, en una segunda fase.
"Pero el objetivo principal consiste en no improvisar, en sistematizar el control de crisis", afirma un teniente coronel del Estado Mayor de la Defensa estudioso del problema.
'Miniconsejo' de ministros
Los teóricos del programa aspiran incluso a elaborar manuales con una relación numerada de decisiones a tomar ante las hipotéticas crisis más probables.Como ejemplo, se llega a citar el de un posible incidente grave en Ceuta o Melilla.
Ante un caso así, el gabinete de control de crisis, reunido como un miniconsejo de ministros y apoyado por grupos de técnicos de los distintos ministerios afectados, consultaría el manual sobre crisis originada por incidentes en dichas plazas y, a la vista de los acontecimientos, adoptaría las decisiones descritas, por orden de menor a mayor gravedad, en el citado documento.
El objetivo de la aplicación gradual de las medidas incluidas en el manual correspondiente consiste, de un lado, en disuadir al potencial agresor de que tome iniciativas hostiles y, de otro, en coordinar acciones para, en caso de que se produjese una agresión armada, adaptar con rapidez los recursos del país para una guerra.
Entre las primeras medidas que adoptaría el gabinete de control de crisis se incluirían, por ejemplo, la puesta en alerta de unidades militares de ataque, y en el segundo, la acumulación de víveres y suministros bélicos o la adaptación de industrias convencionales en industrias específicas de armamento.
Según las fuentes militares informantes, que participan en la elaboración de programas del Control de Crisis, "el espacio temporal de la paz a la guerra era antes muy amplio, pero, según experiencias recientes, ahora se produce muy rápidamente y hay que tomar decisiones urgentes, por lo que hay que estar preparados para evitar ese paso o, en caso necesario, responder a las hostilidades".
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