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El Gobierno de EE UU interviene en el Bank of America y el First Chicago

El Gobierno federal de los Estados Unidos, en una decisión sin precedentes, ha obligado a dos de los mayores bancos norteamericanos a introducir importantes modificaciones en su política crediticia y fortalecer su infraestructura financiera. Los dos bancos son el Bank of America, el mayor banco norteamericano, y el First National Bank of Chicago, el octavo, según información aparecida ayer en el New York Times.Las gerencias de ambos bancos han sido requeridas por el controller of the currency o jefe del departamento de moneda extranjera, el brazo ejecutor del Departamento del Tesoro que regula el funcionamiento del sistema bancario federal, para la firma de sendos documentos por el que ambos bancos se comprometen a realizar cambios específicos referidos a la ampliación del capital social, lo que aumentaría el coeficiente de garantía de las entidades. Si los bancos no cumplen con tales exigencias, el controller puede ir al juzgado con los compromisos firmados y provocar la destitución de la dirección de ambas instituciones.

La acción gubernamental es consecuencia del impacto provocado por la crisis del Continental Illinois National Bank de Chicago, que del puesto número seis en el ranking norteamericano de los grandes bancos ha pasado al lugar número 11. Los expertos bancarios estadonidenses señalan que la decisión federal supone un cambio fundamental en la estrategia del control de las entidades financieras, según la cual se trata de "actuar con anticipación suficiente para prevenir cualquier nuevo colpaso bancario". Las acciones adoptadas por el controller deben ser dadas a la publicidad por los bancos afectados, según ley, lo que sugiere que la Administración está tratando de presionar a los bancos para que actúen con más prudencia.

Aumentar los recursos propios

El compromiso adquirido por First Chicago con el controller, Todd Conover, obliga al banco a "diseñar un plan de emergencia destinado a hacer frente a necesidades de liquidez inusuales o inesperadas". El controller urge tanto a First Chicago como a Bank of America a inyectar el balance con más dinero fresco de los accionistas, de forma que ambas instituciones eleven el porcentaje de sus recursos propios (capital y reservas) hasta el 6% de sus activos totales para finales de 1986. Los recursos propios del Bank of America se elevan ahora al 4,8% de los activos totales y pueden alcanzar el 5,5% hacia finales de año.

Las presiones del Gobierno pueden obligar a ambos bancos a reducir su dividendo, pasando parte de los beneficios a reservas o a efectuar una ampliación de capital o una emisión de bonos para allegar nuevos fondos. Al contrario de lo que sucede con el Firs Chicago, la situación de liquidez del Bank of America, el primer banco privado del mundo, no ha sido cuestionada aparentemente por el controller. Bank of America dispone de una amplia red de oficinas -más de 1.000 en California-, lo que le asegura un flujo estable de nuevos depósitos, asegurados por la Sociedad Federal de Seguro de Depósitos.

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