La policía teme que el anuncio del atentado contra Campsa sea una trampa de ETA Militar
La policía adoptará toda clase de precauciones antes de comenzar la inspección submarina de las boyas del gasoducto de Campsa situado en el pantalón que esa compañía posee en Badalona (Barcelona), ante el temor de encontrarse con una trampa terrorista similar a la preparada por un comando etarra el día 29 de septiembre pasado en Alegría (Álava), que provocó la muerte de tres guardias civiles.
El pasado sábado, un portavoz de ETA afirmó, en llamada al diario guipuzcoano Egin, que se había producido un atentado con explosivos "en la terminal de la tubería y boya del gasoducto de Campsa que se encuentra frente a la costa de Barcelona". La acción fue efectuada, según el comunicante, el pasado domingo 4 de noviembre. No obstante, fuentes gubernamentales y de la propia empresa reiteraron ayer que ese ataque terrorista no se había producido.
El propio diario Egin reconoce, en una información publicada el pasado domingo, que un portavoz de ETA se puso en contacto en dos ocasiones con el periódico para responsabilizarse de esa supuesta acción terrorista. La primera vez, el día 6 de noviembre, y la segunda, el sábado día 10. Egin señala que no publicó antes la noticia debido a las afirmaciones de las autoridades de que no se había producido ningún atentado en Barcelona.
Fuentes oficiales explicaron a este diario que "ésta es una situación muy delicada porque no podemos estar con los brazos cruzados, esperando que haga explosión un artefacto, ni tampoco aventurarnos a buscar una bomba que puede estar rodeada por un sedal que sea una trampa". Las mismas fuentes creían, no obstante, que la reivindicación etarra es falsa.
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