El primer viaje a España de un presidente chino se inicia hoy

Un jefe de Estado chino inicia una visita a España por primera vez en la historia. El presidente Li Xiannian, de 75 años de edad, es esperado hoy a las once de la mañana en Madrid procedente de Palma de Mallorca, en donde ha descansado dos días antes de comenzar su primer viaje al mundo occidental. Li viaja acompañado del ministro chino de Asuntos Exteriores, Wu Xueqian. Las relaciones políticas con China son las mejores, con diferencia, que España mantiene con un país comunista. Fue Pekín, dos años antes de la muerte del general Franco, la primera capital del mundo comunista con la que se reanudaron relaciones diplomáticas.

China ha sido también, siguiendo como pionero, el primer país comunista con el que España intercambió agregado militar, lo que sucedió hace pocas semanas, y será también el primero que abrirá un consulado general, en Barcelona, y aceptará la presencia de un consulado español, en Shanghai.En Madrid se firmará también un acuerdo de cooperación económica e industrial que completará el convenio comercial vigente desde hace seis años. La cooperación militar entre ambos países se reduce al envío de agregados: España no ha mostrado interés por ninguna de las armas chinas y China, por su parte, no ha aceptado las ofertas de venta de aviocares de CASA que se le han hecho.

Precisamente, el canje de notas para la apertura de los consulados tendrá efecto aprovechando la visita a Madrid del presidente Li, si es que se solucionan problemas técnicos de última hora, motivados por la falta de una copia impresa en chino de este documento. Después de visitar Madrid y pasar una mañana en Toledo, el jefe del Estado chino viajará el viernes a Portugal, desde donde, posteriormente, volará a Malta, la tercera y última escala oficial de su primera gira europea.

El viaje de Li se produce como respuesta al realizado por los Reyes de España a China en junio de 1978. Los chinos no habían podido corresponder a aquella visita hasta ahora por estar vacante la jefatura del Estado de su país, que se cubrió, finalmente, en junio del año pasado. Los dirigentes chinos han mostrado también gran interés por que el presidente del Gobierno español, Felipe González, visite su país y será el propio Li quien le haga llegar la invitación esta misma semana. González ha reconocido hace unos días a la Prensa china que este viaje le haría "mucha ilusión".En el terreno económico las relaciones hispano-chinas han ido aumentando a un fuerte ritmo, algo fácil, en cualquier caso, por partir de cero. El año pasado el saldo de la balanza comercial bilateral fue favorable a España, que alcanzó un índice de cobertura del 130%, con unas exportaciones que totalizaron 15.531 millones de pesetas y unas importaciones de 12.021 millones.

El intercambio comercial se reduce prácticamente, por ambos lados, a alimentos y materias primas. Se pretende que las exportaciones de bienes de equipo aumenten en un futuro próximo. Si bien -al contrario de lo que sucede con muchos otros países occidentales, incluso pequeños- no existe en China ningún banco ni empresa españoles, algunas firmas operan en ese país.Así, Hispanoil hace sondeos petrolíferos en el sur del mar de China y Focoex coopera con una empresa minera china. Igualmente actúan en ese país una empresa de curtidos española y otra de transporte de viajeros, de origen asturiano ésta, que ha creado en el sur la primera red de transportes privada que existe en ese país. Una empresa hotelera española tiene también el proyecto de construir un gran hotel en Shanghai.

En el terreno político China es el único país comunista que no sólo no ha puesto ningún reparo a la entrada de España en la OTAN, sino que, por el contrario, se ha mostrado discretamente partidaria de ello antes incluso de que, en 1982, el Gobierno español tomara una decisión al respecto. En el pasado China ha solicitado a España que mueva sus influencias en Latinoamérica para que reconozcan a su Estado aquellos países de este subcontinente que aún no lo han hecho y continúan manteniendo relaciones con Taiwan.

Es de suponer que Wu Xueqian vuelva a insistir sobre este asunto con ocasión de su estancia en Madrid.