El simposio sobre Popper reúne en Madrid a un equipo de "buscadores de la verdad"

El punto culminante del simposio dedicado en Madrid al filósofo:austriaco, afincado en el Reino Unido, Karl Popper, coincidió justamente con la presencia del homenajeado, que intervino el martes en este congreso convocado por el departamento de Lógica de la Universidad Complutense y patrocinado por diversas entidades. El simposio fue organizado para especialistas, pero hubo gran interés desde diversos sectores por escuchar las idias de Popper y de sus exégetas, que, en cierto modo se han convertkio, con el maestro, en un equipo de buscadores de la verdad.

La brevedad de la presencia del filósofo Karl Popper, que sólo estuvo un día, se notó, de todos modos, en la cadenciade presencia de público. Si en la se sión inaugural la sala resultó a tadas luces insuficiente para albergar principalmente la curiosidad de los asistentes, a partir del miércoles, tras el imprevisto regreso de Popper al Reino Unido, el número de asistentes fue muy inferior.El simposio internacional. sobre la filosofía de Karl Popper que se ha venido desarrollando, esta semana en Madrid concluye hoy con una última sesión de! trabajo sobre filosofía de la física, en la que se tratará principalmente de las relaciones de Popper y Einstein, a través de dos conferencias a cargo de José M. Sánchez Ron, de la universidad Autónoma de Madrid, y de Robert S. Cohen, de la Universidad de Boston.

Pese al carácter especializado de ciertas discusiones, se pueden destacar los aspectos relativos específicamente a algunos de los principales planteamientos de Popper. Donald T. Campbell, de la Universidad de Leigli, en Pennsylvania (Estados Unidos), presentó una ponencia titulada ¿Puede una sociedad abierta ser una sociedad experimental?, basándose en las ideas contenidas en el libro de Popper La sociedad abierta y sus enemigos (1945).

"Mis principales preocupaciones en los últimos 25 años han sido los de un metodólogo tratando de extender la epistemiología del método experimental a las ciencias sociales de campo", dijo Campbell. "Son dos los aspectos del programa de investigación evaluativa que: nos han empujado a especular sobre la sociedad experimental. Por un lado, al tratar de instrumentar programas evaluativos de ¡alta calidad, nos encontramos en continua frustración a causa de los sistemas políticos existentes".

"Por el otro lado, si miramos a nuestras propias recomendaciones a los Gobiernos para que pongan atención a la manera en que instrumentan sus programas de modo que su impacto pueda ser evaluado podremos ver que la valoración de los metodólogos propone constantemente nuevos procedimientos para tomar decisiones políticas", dijo Campbell. Continuó diciendo que "mientras las naciones están comprornetidas en ensayar nuevas reformas, ninguno se ha organizado para evaluar adecuadamente los resultados de sus innovaciones".

Campbell hizo una descripción detallada de los rasgos ideales de una sociedad en la que un conjunto de buscadores de la verdad disputan entre sí, tomando como modelo la comunidad científica. Una sociedad en la que la política se convierte en una actividad experimental evaluada constantemente.

El mundo del pensador

La ponencia de Campbell tuvo una réplica en la intervención del catedrático de la Universidad Complutense Víctor Pérez Díaz, quien estaba de acuerdo con las llamadas de atención de Campbell, aunque le indicó la necesidad de fijar los límites de la experimentación social y la necesidad de situar esta experimentación en el marco de un proceso constante de debate y argumentación moral.Otra de las ideas desarrolladas por Popper y analizadas en este simposio es la del tercer mundo. En la sesión de ayer por la tarde, Jesús Mosterín, de la Universidad de Barcelona, presentó una ponencia titulada Cultura e información: el tercer mundo de Popper. La idea de los tres mundos fue presentada por Popper por primera vez en un congreso en Arnsterdam en 1967.

En ella propuso la concepción de un tercer mundo o mundo 3, distinto tanto del mundo fisico como del mental. Un mundo de ideas objetivas que no están en mente alguna, divina ni humana, sino precisamente en un mundo aparte y propio, el mundo 3. Mosterín hizo una explicación de los planteamientos de Popper en cuanto a esta idea y señaló sus alcances así como sus fallos. Popper fue el primero en admitir ciertos errores de planteamientos en esta teoría hace algunos años, siendo consecuente con su prédica del constante análisis y corrección de las tesis científicas.

Mosterín concluyó con la idea de que el mundo 3 de Popper, sin dejar de ser una propuesta muy interesante para el estudio de ciertas materias como las matemáticas, mantiene sus confines envueltos todavía en una niebla espesa.