El cura polaco Popieluszko fue torturado hasta su asesinato

El sacerdote Jerzy Popieluszko, de 37 años, enterrado el pasado sábado en la iglesia de San Estanislao de Kostka, en Varsovia, fue torturado hasta su muerte antes de ser tirado al río Vístula, de donde fue rescatado su cadáver, según aseguraron ayer en Varsovia fuentes próximas a su familia.

De acuerdo con estas fuentes, que acudieron a reconocer el cadáver del sacerdote católico en el depósito del hospital de Byalistok, a unos 200 kilómetros al norte de Varsovia, los asesinos del cura Popieluszko, tres miembros de la policía política polaca, SB, se ensañaron con él asestándole numerosos golpes.El cadáver mostraba la cara y el cuerpo llenos de hematomas. Los médicos no pudieron realizar una prueba de identificación dental porque la dentadura del sacerdote se hallaba completamente fracturada. El cuero cabelludo le había sido arrancado.

También las manos del sacerdote estaban rotas, como si hubiera querido protegerse la cara de numerosos golpes.

Los asesinos del sacerdote polaco le anudaron al cuello un ancho saco lleno de piedras, antes de precipitar su cuerpo a las aguas heladas del río Vístula.

Se ignora cuánto tiempo duraron las torturas del cura Popieluszko. Tampoco se sabe si fue asesinado o no el mismo día de su secuestro, el pasado 19 de octubre. Ayer domingo los resultados oficiales de la autopsia no habían sido divulgados aún por las autoridades polacas.