Mozart, Ravel y Stravinski, dirigidos por Arturo Tamayo
Volvió a dirigir la Sinfónica de RTVE Arturo Tamayo, que habitualmente trabaja en la República Federal de Alemania (Escuela Superior de Friburgo, Ópera de Berlín) y dedica gran parte de su tiempo y su talento a la música de nuestro tiempo. A sus 38 años, paso a paso, el director madrileño se abre un puesto interesante en el panorama musical, lo que podía preverse desde que comenzó su carrera y confirmamos a partir de su primer concierto, hace cinco años, con la Orquesta Nacional de España.Nos vino especialmente esta actuación a la memoria pues en ella Tamayo dirigió el Concierto para la mano izquierda con Pedro Espinosa. Solista muy superior, por cierto, a la japonesa Akiko Kitagawa, que en esta ocasión ha convertido la parte de piano de la obra en algo irrelevante. Importar por importar se llama esta figura.
Orquesta Sinfónica de RTVE
Director: A. Tamayo. Pianista: Akiko Kitagawa. Teatro Real. Madrid, 1 y 2 de noviembre.
La labor del maestro, tanto en Ravel como en Mozart (Sinfonía nº 25), fue buena, aunque el sonido que obtuvo de la orquesta me pareció demasiado grueso para una obra como la otra Sinfonía en sol menor y excesivos los fuertes. Todo debe ser problema de ensayos, pues Tamayo sabe muy bien que un fuerte para Mozart no es lo mismo que para Chaikovski o Béla Bartók.
Sin duda de ninguna clase, la necesidad de más largo trabajo con la orquesta se acusó en Petruchka, versión original, la más bella de todas. El planteamiento general de Tamayo quedó por encima de una realización plástica, flexible en los tiempos, pero tocada por la orquesta con cierta inseguridad. Anotemos las muy buenas intervenciones de los solistas.
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