Mitterrand y Kohl esperan nuevas iniciativas de paz tras las elecciones norteamericanas

El presidente francés, François Mitterrand, y el jefe del Gobierno de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, esperan que, tras las elecciones norteamericanas, se produzcan nuevas iniciativas de paz para que se reanude el diálogo entre el Este y el Oeste, afirmando que "no hay alternativas razonables a este diálogo". Así lo expresaron con ocasión de la 44ª cumbre franco-alemana.Mitterrand lanzó ayer en Bad Kreuznach (República Federal de Alemania, RFA) un llamamiento para la construcción de la Europa política. Tomando la palabra al término de una cena ofrecida en su honor con ocasión de la cumbre, formuló el deseo de que sus alidos europeos se muestren "ambiciosos". "Comencemos por conseguir la ampliación de lo que existe, de 10 a 12 miembros", señaló el presidente francés antes de agregar: "Tengamos la ambición de construir una Comunidad Europea ya que, después de todo, Europa es más grande que la Comunidad".

El presidente francés y el jefe del Gobierno de la RFA, Helmut Kohl, se declararon muy preocupados por la situación creada en Polonia tras el asesinato del sacerdote Jerzy Popieluszko. El portavoz del Gobierno de la RFA, Peter Boenisch, indicó a este respecto que los dos países consideran "muy importante establecer relaciones constructivas con Polonia".

Por otro lado, el proyecto de satélite de observación militar franco-alemán -expuesto por Mitterrand y Kohl el pasado mes de mayo- se presenta como una sombra negativa en la reunión que ambos dirigentes celebraron anoche en Bad Kreuznach.

El marco de la entrevista fue el mismo utilizado para el encuentro de reconciliación franco-alemana celebrado en 1958 por el canciller Konrad Adenauer y el presidente Charles de Gaulle: el hotel de Bad Kreuznach.

Mitterrand y Kohl, que contaban con el asesoramiento de la mayor parte de sus respectivos Gabinetes, se mostraron decididos a aprovechar la reunión para impulsar la Comunidad Económica Europea y superar los problemas que impiden la unidad europea, entre otros, la futura adhesión de España y Portugal.

Fuentes del Gobierno de la RFA aseguran que las iniciativas que se tomen en la cumbre dejarán la puerta abierta para que otros países se incorporen a la CEE. Las mismas fuentes añadieron que ningún país de la Comunidad está tan afectado por la ampliación corno Francia, la RFA e Italia.

A pesar de la buena voluntad con que se abordaba el encuentro, la cumbre se tuvo que enfrentar a la negativa realidad de varios proyectos de cooperación bilateral bloqueados o a punto de fracasar.

Destaca el proyecto de satélite de observación militar, al que se ha opuesto categóricamente el Consejo Nacional de Seguridad de la RFA. El proyecto consistía en el lanzamiento de tres satélites franco-alemanes hacia 1995.

Entre las objeciones de los responsables alemanes al proyecto se destaca su opinión de que la tecnología óptica propuesta por los franceses es "anticuada" y no permitiría "ver a través de las nubes".

Asimismo, los representantes de Bonn estiman que el coste del proyecto es "incalculable". La reparación de los sistemas empleados en este proyecto beneficiaría a las industrias franceses que vienen trabajando desde hace 10 años en proyectos espaciales.

El ministro de Investigaciones Científicas de la RFA, Heinz Riesenhuber, se opone también a un proyecto que "pone en riesgo" todos los fondos destinados a sus proyectos espaciales civiles.