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LOS SERVICIOS SECRETOS EN ITALIA

Un caso típico

El 12 de mayo de 1974, el triunfo del referéndum sobre el divorcio planteó un terremoto en la Democracia Cristiana con la victoria de las fuerzas laicas de la izquierda. La guerra interna entre los grupos de la DC estuvo íntimamente conectada con la nueva desviación de los servicios secretos reformados y con la estrategia terrorista.Lo ha reconstruido el diputado radical Massimo Teodori, miembro de la comisión parlamentaria sobre la logia P-2, en un informe de más de 500 páginas presentado ante la Cámara.

Según Teodori, los dos responsables del SID (Servicio de Información de la Defensa) entonces se combatieron entre ellos porque cada uno se había puesto bajo el amparo de un padrino político: el general. Miceli, de Aldo Moro; y el general Maletti, de Giulio Andreotti.

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Llegado al Ministerio de la Defensa, Andreotti declaró la guerra a Miceli, que fue suspendido de su cargo y detenido tras una serie de denuncias de la magistratura. Meses más tarde Moro llegó a la presidencia del Gobierno y quitó a Andreotti la cartera de Defensa. En abril de 1975 Moro logró sacar de la cárcel a Miceli. Comenzó entonces la guerra contra el general Maletti, el pupilo vencedor de Andreotti. Maletti, en noviembre de aquel mismo año, perdió su puesto en el SID, fue acusado de la matanza de la Piazza Fontana, de Milán, y encarcelado.

Curiosamente, ambos generales aparecieron juntos más tarde en las listas de la logia P-2 de Licio Gelli. Resulta así -escribe Teodori en su informe- "que los máximos jefes de los servicios secretos, Miceli y Maletti, por una parte son perseguidos por la justicia, acusados de hechos gravísimos de terrorismo y de desviación de sus funciones, y al mismo tiempo aparecen protegidos y defendidos por la cumbre de la clase política y del Gobierno".

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